Estudio Lamela, en colaboración con el Estudio mallorquín SCT, Sánchez-Cantalejo y Tomás, se encargará de la reforma del mítico Hotel Formentor. El establecimiento, situado en el municipio mallorquín de Pollença, tal vez sea uno de los hoteles más famosos y con más historia política y cultural del mundo. Se trata del segundo hotel que la prestigiosa cadena de lujo Four Seasons, abre en España después del recientemente inaugurado Centro Canalejas en Madrid, cuyo diseño también ha corrido a cargo de Estudio Lamela.
Por los bellísimos jardines de Hotel Formentor han paseado Don Felipe y Doña Letizia, entonces Príncipes de Asturias, y, en su momento, sus 122 habitaciones han dado acomodo a Winston Churchill, Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, Charles Chaplin, Mario Vargas Llosa, Audrey Hepburn, Gary Cooper o Camilo José Cela. Buena parte de los grandes nombres del siglo XX y XXI han disfrutado de esta Arcadia en plena naturaleza mallorquina. Jorge Luis Borges escribió: “Mallorca es algo parecido a la felicidad”.
Estudio Lamela acepta ahora la responsabilidad de su reforma con la idea clara de seguir siendo lo que fue cuando se edificó en 1929: “Una línea blanca en el paisaje”. El Hotel ha sufrido diversos proyectos de reforma y ampliación, no todos, desgraciadamente, acertados. El primero de ellos (que no se llegó a construir) fue presentado por el gran arquitecto francés Le Corbusier, quien apenas dibujó unos breves bosquejos como propuesta. Otras ampliaciones, que sí se llevaron a cabo bajo la propiedad de la familia hotelera Buades, fueron la construcción de las alas laterales en los años 60 y posteriores anexos en la década de los 80. Diez años más tarde se añadiría un conjunto de villas.
El célebre establecimiento mallorquín, lugar de encuentro de príncipes, actores, estadistas y escritores en el siglo XX y XXI, mantendrá su seña de identidad: “una línea blanca en el paisaje”
“Preservar la esencia”, destaca Carlos Lamela
“En este importante proyecto, Estudio Lamela quiere preservar la esencia con la que el poeta, empresario y emprendedor argentino, Adan Diehl, dio vida a su particular sueño en 1929, en una bahía entonces semidesconocida y en un país donde apenas existía el turismo. Adan Diehl fue un idealista y un visionario, dos cualidades que discurren paralelas a la gran arquitectura”, reflexiona Carlos Lamela, presidente de Estudio Lamela.
Por eso urge la renovación del Hotel Fomentor, que ofrece un ambicioso plan de mejora. Las intervenciones, de mayor o menor envergadura, han ido resolviendo las deficiencias puntuales en el edificio, lo que ha conducido a la situación actual en la que sufre diversas patologías.
Hasta su cierre ha mantenido su calificación de 5 estrellas debido a su historia y a su emplazamiento.
Estudio Lamela quiere devolver su antiguo esplendor al Hotel que el escritor Carlos Barral definió en sus memorias como “el ágora literaria más importante de la década de los años 60”. Sin duda se acordaba del Premio Formentor (impulsado por la editorial Seix Barral) y el Prix International, y su lista de ganadores, que es un diccionario de maestros de la literatura: Jorge Luis Borges, Saul Bellow, Samuel Beckett, Juan García Hortelano o Jorge Semprún.
Consciente del valor de esta herencia cultural y arquitectónica, Estudio Lamela reformará el Hotel, sin ampliar el edificio, proporcionándole las instalaciones propias de un Hotel de 5 Estrellas Gran Lujo y convirtiendo al Hotel Formentor en ese edén del lujo y la cultura que siempre fue.
El volumen del edificio se conserva
El programa arquitectónico que propone Estudio Lamela para su nuevo propietario, el fondo de inversión Emin Capital, quien, a su vez, lo ha comprado al Grupo Barceló, es, como hemos visto, un Hotel de 5 Estrellas Gran Lujo con capacidad para 110 habitaciones (112 llaves). La gestión correrá a cargo de la cadena canadiense Four Seasons Hotels & Resort. La fecha de finalización se prevé en 2023, y afecta a una superficie de algo más de 20.000 metros cuadrados.
La reforma incluye dos restaurantes, varios bares y cafeterías, zonas de eventos con salón de banquetes y salas de reuniones, spa, gimnasio y diversas áreas de servicios e instalaciones. La actuación también alcanza a las zonas exteriores que rodean el edificio con el fin de recuperar el paisaje autóctono e integrar el entorno mediante la remodelación y mejora de jardines, terrazas, piscinas, pistas deportivas, pabellones de recreo, accesos rodados y aparcamientos.
“El volumen del edificio existente se conserva, lo que permitirá que la imagen del Hotel Formentor permanezca inalterada desde la bahía de Pollença”, destaca Elena Dueñas, arquitecta de Estudio Lamela y directora del proyecto. Tanto es así, que las propuestas de las fachadas persiguen mejorar tanto la estética del edificio como la eficiencia energética, el aislamiento térmico y acústico, la recuperación del orden y la presencia de la fachada original y, a la vez, adecuarse a la nueva distribución de espacios. El objetivo final es obtener la certificación medioambiental Leed, y para conseguirlo se ha contado con la ingeniería internacional ARUP.
