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PGA Catalunya Resort y RCR Aquitectes crean L’Olivera 4, una villa en la que paisaje y arquitectura son un todo

PGA Catalunya Resort es un complejo residencial de baja densidad y una localización privilegiada, construido sobre más de 500 hectáreas de paisaje verde en la localidad de Caldes de Malavella (Girona). El resort incorpora ahora una nueva vivienda ideada y creada por la reconocida firma de arquitectura olotense RCR Arquitectes, poniendo de manifiesto una vez más su apuesta por la innovación y reforzando su concepto arquitectónico, que reside en la plena convivencia con la naturaleza. Una villa singular, que ofrece una experiencia de vida basada en el bienestar, integrando cada uno de los elementos naturales del entorno.

Un producto singular dentro del sector del alto standing

La integración, la adaptabilidad y la flexibilidad en el diseño de esta edificación implican un reto añadido para el desarrollo de la construcción de esta casa-paisaje, es por ello que RCR Arquitectes ha contado con la colaboración de CERCLE Gespromat – especialistas en la construcción y rehabilitación de todo tipo de inmuebles – para hacer realidad L’Olivera 4.

Este tándem formado por un arquitecto y un gestor de proyectos significa otro aspecto innovador que caracteriza a este producto singular ubicado en PGA Catalunya Resort, con el que se pretende asegurar que el concepto diseñado por RCR se refleje en su construcción final. La desmaterialización y el sentimiento de pertenecer a un lugar son los pilares que sostienen la filosofía constructiva de RCR Arquitectes para este proyecto, que encuentra en PGA Catalunya Resort un escenario incomparable. Gracias a su innovadora visión, ejemplificada en esta vivienda modular, L’Olivera 4 aspira a liderar la evolución que se está gestando en el sector de la construcción. Este producto de alta calidad dividido en diferentes espacios, concibe de manera singular el interior y el exterior en una única superficie.

Fusión con el medioambiente con un objetivo: la calidad de vida

En medio de un frondoso bosque de pinos y frente un lago espectacular donde yace la más pura serenidad, se ubica esta nueva vivienda, que se desmarca de las habituales construcciones y se constituye a partir de su ubicación, sin centrase solamente en una estructura o forma. RCR Arquitectes ha trabajado con el paisaje para crear una fusión entre el hogar y la naturaleza con el objetivo de promover un estilo de vida basado en el bienestar y la calidad de vida. La integración es uno de los elementos clave en la concepción del proyecto, el resultado es una arquitectura paisajística que combina espacios abiertos de diferentes tamaños con un hermoso lago como punto de mira central de toda la vivienda.

Diseñada por los galardonados arquitectos catalanes, esta villa representa un innovador y único concepto de bienestar y de máxima integración con el entorno

El agua como el elemento principal

La casa reconoce, respeta y disfruta de un entorno natural privilegiado, con el que se relaciona de forma próxima y serena. La nueva vivienda no es un obstáculo que interviene en la naturaleza, sino que se percibe como una continuidad del paisaje con la mirada puesta siempre en el lago, desde la entrada de la casa a la última estancia, sin perderlo nunca de vista.

La propuesta arquitectónica de L’Olivera 4 se genera a base de pórticos que miran al lago y al golf y que se abren al paisaje interior de la parcela. Los espacios se disponen de una manera flexible generando patios interiores que permiten que el espacio exterior entre en el interior de la vivienda y pase a formar parte de ella.

Partiendo de la idea de casa-mirador, la nueva vivienda ubicada en PGA Catalunya Resort parece estar suspendida en el aire de manera que la adaptación con el entorno es aún mayor. En la entrada de la casa aparece una lámina de agua pensada como un elemento contemplativo y de reflexión —evocando la tradición procedente de la cultura japonesa— que atraviesa toda la parcela y desemboca en la piscina de la vivienda.

Personalización y diseño en una vivienda versátil y sostenible

L’Olivera 4 es una villa modular donde poder decidir en la disposición y la medida de los espacios ya que no existe una limitación entre el exterior y el interior. Todas sus superficies se pueden vivir al mismo tiempo, su comodidad y fluidez hacen que sea fácil apropiarse de ella.

Al ser una casa paisaje, los materiales utilizados hacen que su estructura hable a través de un lenguaje de umbráculos y elementos propios de jardín, alejándose de la pesadez y la masividad de una construcción tradicional. Desde el punto de vista técnico, las diferentes zonas que configuran esta vivienda responden correctamente a las diferentes orientaciones, así como a las ventilaciones cruzadas. Todas las estancias de la propiedad disponen a su vez de un espacio galería-porche en sombra, que permite la regulación de la temperatura y luminosidad de los espacios. La estructura y las instalaciones son óptimas y responden a los mismos criterios de sostenibilidad y de respuesta al medioambiente. Al plantearse como una casa modular, se consigue una gran optimización del material y de los procesos constructivos.

“Como en todas nuestras obras hemos querido ir un paso más allá, demostrando el amor que tenemos por la naturaleza con el objetivo principal de que las personas sientan algo especial, que les haga pertenecer al lugar. Para la construcción de esta villa nos inspiramos en el sentimiento que transmite este conjunto verde, en sentir la proximidad del lago y el carácter del campo de golf. Lo que buscamos en esta residencia es que los interiores y exteriores sean un todo, un fragmento del paisaje. Para ello, hemos evadido al máximo un conjunto de masa construida aplicando vacios, sombras, filtros y vegetación”, comenta Rafael Aranda arquitecto y co-fundador de de RCR.

Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, arquitectos que componen el estudio RCR, llegan a PGA Catalunya Resort, que dispone de un complejo residencial de gran valor arquitectónico, con esta edificación que traza un entretenido paisaje entre diseño y esencia. Con este proyecto, este premio Pritzker certifica una vez más la personalidad que lo han hecho conocido mundialmente: la importancia y respeto hacia la naturaleza, la transición entre el interior y el exterior en sus edificios, y la importancia de la luz y el agua.

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