LaSede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha acogido la presentación del informe “Las mujeres y las ciudades”. El estudio, realizado por Ipsos para el Grupo Lafarge, se ha realizado en las ciudades de Madrid, Cracovia, Marsella, París y Varsovia. Posteriormente, se ha celebrado un coloquio en el que se han analizado las conclusiones del informe y en el que han participado Laura Baena, fundadora del Club de malasmadres, el sociólogo Carlos Hernando, Estefanía Alcarazo, arquitecta de Lafarge, y la arquitecta Aurora Adalid, moderados por Manuel Leira, arquitecto y miembro de la Junta de Gobierno del COAM.
Laura Villaescusa, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Lafarge, fue la encargada de presentar los datos del informe, que ponen de manifiesto que, si bien la igualdad femenina se ve más favorecida en las urbes, aún hay fuertes desequilibrios en aspectos como la atención de las tareas del hogar.
Según el estudio, las mujeres encuestadas aman su ciudad (el 83%), un porcentaje que se eleva más al referirse a la ciudad de Madrid, ciudad de la que el 91% de las mujeres tienen una buena imagen. Es la ciudad el entorno donde las mujeres se sienten más libres (83%) y el lugar idóneo para el desarrollo de ellas como individuo frente a la vida en un entorno rural (88% en Madrid frente al 84% del promedio de las 5 ciudades), además de ofrecer mayores oportunidades laborales (92%).
Al analizar los resultados referentes a la ciudad de Madrid, las encuestadas valoran como aspectos más positivos de la capital su oferta de ocio, el acceso a la cultura y la cercanía a la mayor parte de los emplazamientos, mientras que son más críticas con el estrés, la contaminación y las aglomeraciones de la ciudad.
Desde el punto de vista del tiempo que consume la ciudad a sus habitantes, las madrileñas afirman necesitar una promedio de 3 horas y 14 minutos adicionales cada día para hacer todo lo que deben o quisieran hacer a diario. Un dato en consonancia con la hora y media de tiempo medio que las ciudadanas de Madrid invierten en sus desplazamientos diarios.
Una visión femenina de la ciudad
El posterior coloquio, dirigido por el arquitecto Manuel Leira, puso de manifiesto la ausencia de una visión más femenina a la hora de construir la ciudad. «Hay más capas, más delicadeza, más profundidad y un territorio por explorar en la ciudad pensada por la mujer», defendía el propio Leira, que reforzaba esta afirmación con el dato de que “más del 40% de la población se encuentra en situación de discapacidad temporal o permanente, sumando a ancianos y mujeres embarazadas”.
En este sentido, Laura Baena, fundadora y presidenta del Club de malasmadres, se mostró rotunda: “Cuando fui madre y me lancé a la ciudad con el carrito del bebé, me di cuenta realmente de lo mal diseñada que está”. Baena, continuaba, “Madrid no está pensada para las madres ni para las familias, lo que hace que te desvincules de ella”.
Esa ausencia de una visión femenina de la ciudad fue compartida por la arquitecta Estefanía Alcarazo, que añadió que “además de aportar cierta sensibilidad, las mujeres pensamos también como madres, añadiendo una variante más, la de la accesibilidad”. Análisis compartido por Aurora Adalid, arquitecta, que entiende esa sensibilidad que puede aportar la mujer como la capacidad de “atender las necesidades de los otros”, teniendo en cuenta la diversidad de gentes y circunstancias de las personas que utilizan la ciudad a diario.
Por su parte, el sociólogo Carlos Hernando valoró positivamente “la poca diferencia de opinión del estudio cuando se pregunta a mujeres por separado o a hombres o mujeres”. Una coincidencia a la hora de analizar el entorno y cómo afecta a sus ciudadanas que, en opinión de Hernando, “son un signo de integración”.
