La empresa Prado está terminando de construir dos nuevas plantas para uso logístico en Cataluña. La primera, de 10.000 m2, está situada en el CIM el Camp de Tarragona y la segunda, de 7.000 m2, instalada en el nuevo polígono industrial de Vilagrassa, en Lleida.
Dos buenos ejemplos de la capacidad de Prado para optimizar al máximo, tanto en costes como en cálculo de estructuras, son estos dos últimos proyectos, realizados en perfil armado y perfil normalizado respectivamente.
Estos espacios están específicamente diseñados para usos logísticos por lo que se encuentran dotados de los más avanzados servicios e instalaciones y están estratégicamente ubicados, con accesos directos a grandes vías de comunicaciones. La nave de la CIM (Central Integrada de Mercancías), será el segundo centro logístico más grande de Cataluña, detrás de la Zal del Port de Barcelona. En este polígono, Prado ha construido una plataforma logística de distribución especialmente diseñada para acoger empresas de transporte ya que dispone de muelles de carga y descarga a ambos lados de la edificación. La nave, que se ha levantado en tan sólo 4 meses, se encuentra en su fase final de remate.
La segunda nave, levantada en un tiempo record de dos meses, está integrada por un sistema tradicional de pórticos armados en doble T de sección variable y ha sido construida para Sió Logística, una empresa leridana del sector de la logística de productos perecederos. El diseño de esta nave estaba condicionado por su uso, toda ella debía ser una gran cámara frigorífica, por lo que requirió de algunas soluciones singulares.
La mayor complejidad en el diseño de la estructura vino dada por la necesaria alineación de los pilares a cara interior, en lugar de a cara exterior que es como normalmente se hace, debido a las necesidades de frío de la nave. Por lo mismo, y para evitar que el frío llegara a afectar los cimientos, el suelo de la nave debía estar levantado entre 500 y 600 mm con respecto a la cota de solera.
