Deceuninck, empresa destacada en soluciones de puertas y ventanas de PVC, ha presentado recientemente un informe que analiza las tendencias que marcarán el camino de la arquitectura y la construcción en 2024.
El análisis de Deceuninck vislumbra una arquitectura más consciente, adaptable y sostenible, impulsada por una mayor atención a la economía circular, la optimización de la energía, la elección de materiales respetuosos con el medio ambiente y la flexibilidad en el diseño de interiores.
Sostenibilidad y diseño más adaptable
La sostenibilidad se ha integrado progresivamente en el diseño arquitectónico y la economía circular se vuelve fundamental a la hora de evaluar los impactos ambientales de los materiales utilizados. Expertos en el campo, como Teresa Batlle, Pablo Muñoz y Paula Giner Penadés, coinciden en que la sostenibilidad no puede ser considerada como un elemento accesorio, sino que debe formar parte esencial de la planificación arquitectónica, junto a los principios tradicionales de firmeza, funcionalidad y estética.
Uno de los cambios más notables en la forma en que se aborda la sostenibilidad en la arquitectura es el aumento del interés en analizar el ciclo de vida de los edificios. Aunque la transición hacia prácticas alineadas con la economía circular tomará tiempo, la tendencia actual se inclina hacia el uso de materiales más duraderos y el compromiso de los fabricantes en adoptar la economía circular como la dirección a seguir. Paula Giner destaca que «es fundamental hacer las cosas bien desde el principio para prolongar el tiempo de disfrute de un espacio y potenciar su reutilización posterior».
En este contexto, las certificaciones energéticas, como Cradle to Cradle o declaraciones ambientales de producto, se suman a la nueva taxonomía europea y al modelo Level(s) para establecer estándares y requisitos precisos que categorizan un proyecto como respetuoso con el medio ambiente.
El diseño interior también evoluciona hacia espacios más adaptables y flexibles, teniendo en cuenta los cambios en las formas de convivencia y el enfoque en la salud y el bienestar de los ocupantes. Como señala Teresa Batlle, «nuestra función es crear habitabilidad en el espacio interior y exterior, y esa habitabilidad es bienestar, integración con el lugar y cultura».
Tendencias en construcción
En el panorama actual de la arquitectura, emergen datos relevantes que señalan un cambio significativo hacia una construcción más integral y sostenible. A continuación, presentamos las tendencias recopiladas por Deceuninck que reflejan esta evolución.
1. Economía circular y colaboración
La promoción de la reutilización de recursos, la reducción de residuos y la eficiencia en el uso de materiales y energía se ha convertido en una prioridad ineludible en el sector de la construcción. Este enfoque holístico no solo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la innovación y la sinergia entre distintos actores de la industria.
2. Sostenibilidad, materiales naturales y reutilización
Se busca maximizar la vida útil de los materiales y minimizar el desperdicio. La elección de materiales reciclables y duraderos se combina con soluciones que mejoran la salud y el bienestar de los ocupantes. Como explica Pablo Muñoz, «los proyectos tienen que nacer de la sostenibilidad, no es una característica más, sino un elemento que debe estar en la propia concepción del mismo».
3. Adaptabilidad climática y flexibilidad en el diseño
Los edificios del futuro se convierten en verdaderos ejemplos de adaptabilidad, respondiendo de manera inteligente a las condiciones en constante cambio que el entorno les presenta. Esto se logra mediante dos conceptos clave: el Design for Adaptability y el Design for Deconstruction, los cuales desempeñan un papel fundamental en la promoción de la resiliencia en la construcción contemporánea.
4. Rehabilitación de espacios
La optimización del parque de viviendas desempeña un papel crucial en la evolución de nuestras comunidades urbanas. Va más allá de la simple preservación del patrimonio arquitectónico, ya que se trata de una estrategia que abarca diversos aspectos fundamentales para la calidad de vida de las personas y el bienestar de nuestro planeta.
En definitiva, la arquitectura del futuro se erige sobre cimientos sostenibles, adaptabilidad y una visión de conjunto que prioriza la colaboración y el respeto por el entorno y sus habitantes. Las tendencias para 2024 apuntan hacia un camino donde la construcción se convierte en una fuerza positiva para el planeta y sus habitantes.
