La ciudad de Mataró, en la provincia de Barcelona, ha sido testigo de una verdadera revolución arquitectónica con la construcción de Torre el Rengle II, el segundo edificio residencial encargado por Sorigué, que ha confiado nuevamente en la experiencia de ON-A para llevar a cabo esta impresionante obra.
Siguiendo la estela del éxito del primer proyecto, Torre el Rengle I, Torre el Rengle II se erige como un testimonio de la visión innovadora y el compromiso con la sostenibilidad de la empresa constructora. Este segundo edificio residencial continúa el mismo lenguaje arquitectónico y la proyección que se habían impulsado en el proyecto anterior, con un enfoque en la singularidad de las formas y la utilización de materiales eficientes desde el punto de vista energético y acústico.
Un proyecto imponente y sostenible
Una de las características más distintivas de Torre el Rengle II es su forma geométrica, que se asemeja a su predecesor: un volumen que se destaca por las sinuosas curvas y las franjas horizontales blancas de GRC que lo recorren. Esta elección aporta una estética impresionante al edificio, además de tener un propósito funcional contribuyendo a la eficiencia energética y acústica del mismo.
Torre el Rengle II cuenta con un total de 14.211 metros cuadrados construidos, distribuidos en 2.505 metros cuadrados de espacio de estacionamiento, 10.886 metros cuadrados de espacio residencial y 820 metros cuadrados destinados a equipamiento municipal en la planta baja del edificio. Las 66 viviendas de 2 a 4 dormitorios, todas con vistas al mar y amplias terrazas, están diseñadas de manera que todas están orientadas hacia el mar, maximizando el aprovechamiento de la luz natural y la interacción con el entorno exterior.
La distribución urbanística del edificio se caracteriza por dos alturas en forma de «L», con la planta baja dedicada a accesos y equipamiento municipal, y dos cuerpos bajos de 4 y 14 plantas para uso residencial. Estos volúmenes se aprovechan para ofrecer áreas comunes para los residentes, como una amplia terraza en la planta 5 con piscina comunitaria y áreas de solárium.
Para garantizar la sostenibilidad del proyecto, se han utilizado materiales que cumplen con estándares de eficiencia energética y acústica, y se ha integrado el edificio en la red urbana de climatización, conocida como La Red Tub Verd Mataró. Este sistema busca impulsar las energías renovables y mejorar la eficiencia energética, lo que beneficia tanto al medio ambiente como a los residentes del edificio.
Torre el Rengle II en las alturas
La fachada del edificio, compuesta por paneles de GRC curvos y un sistema de aislamiento térmico exterior, crea franjas horizontales que aportan uniformidad al conjunto y mantienen la eficiencia energética. En la fachada sur, que mira directamente al mar, se han dispuesto grandes terrazas con barandillas de vidrio para no obstruir la vista interior-exterior, brindando a los residentes una sensación de proximidad al mar.
Por otro lado, la fachada norte ofrece vistas hacia la ciudad y al parque del Montnegre y Corredor, lo que la convierte en la ubicación perfecta para las habitaciones. Esta fachada se caracteriza por dos grandes diagonales blancas (GRC) que cruzan el edificio de 14 plantas, aportando dinamismo y fluidez a la fachada.
En la planta quinta, los residentes pueden disfrutar de una piscina dividida en dos zonas, una para adultos y otra para niños, además de áreas de solárium, duchas y zonas ajardinadas para amenizar los veranos. Los áticos cuentan con amplias terrazas que dan acceso a una terraza superior en la cubierta, con jacuzzi, zona de barbacoa y solárium, ofreciendo vistas panorámicas de 360 grados y una vista directa al mar con privacidad.
El interior de las viviendas
En el interior de las viviendas, se ha prestado especial atención a la calidad de los acabados, con suelos de parquet, armarios empotrados, cocinas y lavabos completos, y climatización de frío/calor en todas las estancias. Además, el edificio cuenta con tres porterías, todas con acabados de alta gama, como paneles de madera que enmarcan el recorrido del usuario hasta llegar a los ascensores.
El proceso de construcción de Torre el Rengle II fue meticuloso y comenzó con la excavación y los cimientos, seguidos de la creación de la estructura de hormigón armado, el cerramiento con ladrillo cerámico y GRC, y la instalación de compartimentaciones interiores. Finalmente, se llevaron a cabo los acabados y el mobiliario, culminando en la creación de este icónico edificio residencial que combina belleza y sostenibilidad en perfecta armonía.
