Con estudios de arquitectura tanto en Brasil como en Nueva York, Arthur Casas se ha consolidado como un pilar en el mundo del diseño y la arquitectura. En Brasil, sus diseños brillan por su destreza al fusionar lo contemporáneo con el entorno natural. Mientras que en Nueva York, su estudio se ha destacado por introducir el sabor y la esencia brasileña en medio del frenético pulso de la ciudad.
Durante nuestra conversación, Casas nos habló de su profundo compromiso con el diseño sostenible, la magia detrás de la integración de espacios interiores y exteriores, y la importancia de mantener una visión genuina en medio de las demandas cambiantes del mundo arquitectónico. No solo compartió su proceso creativo, sino que también reflexionó sobre el papel vital de la naturaleza y la comunidad en sus obras.
Adéntrate en las siguientes líneas y sumérgete en el mundo de Arthur Casas, donde cada diseño cuenta una historia y cada espacio se convierte en una experiencia.
— Arthur, es un honor tenerte con nosotros hoy. Iniciemos en los albores de tu carrera, ¿hubo un momento definitorio o una experiencia que te inspiró a dedicarte a la arquitectura?
Soy muy observador y, por alguna razón, empecé a dibujar fachadas de casas a los 8 años. A los 12 años dibujé una casa con secciones, fachadas y alzados, sin cliente, por supuesto. Además, con este apellido, ¡sería difícil elegir otra profesión!
— A lo largo de tu distinguida carrera, has sido galardonado con premios como el Red Dot Design Award y el Design Award de Wallpaper Magazine. De todos estos reconocimientos, ¿hay alguno que haya resonado de manera especial contigo o que sientas que ha definido tu trayectoria?
Bueno, algunos de estos premios fueron ciertamente notables, como el World Architecture Festival (WAF), en 2015, en el que el estudio ganó la categoría de Mejor Pabellón, con nuestro diseño para el Pabellón de Brasil en la Expo Milano 2015. Este proyecto pretendía combinar arquitectura y escenografía que proporcionasen a los visitantes una experiencia capaz de transmitir los valores brasileños y las aspiraciones de nuestra agricultura y ganadería a la luz del tema propuesto: alimentar al mundo con soluciones. Más que un edificio temporal, se pensó en una inmersión sensorial que integrase en el pabellón momentos lúdicos, información científica de vanguardia, interacción y aprendizaje.
Nuestro diseño para el Hotel Emiliano, en Río de Janeiro, también recibió numerosos reconocimientos, como el iF Design Awards 2018 en la categoría de Diseño de Interiores, Mejor del Año 2017 en la categoría de Hotel Boutique Internacional, FRAME Awards 2018 como Hotel del Año. Este proyecto es un homenaje a las bellezas naturales de la capital del estado y una invitación a los huéspedes a disfrutar de la mejor manera posible de los servicios y ambientes de Emiliano Rio, un hotel de cinco estrellas cuya planta baja puede ser disfrutada por clientes que fueron o no huéspedes, y 12 pisos con 90 apartamentos.
Por el momento, estamos muy contentos de ser finalistas en el WAF de este año, con el Edificio Ritmo y el Apartamento Orla, con Proyecto de Futuro: Residential and Residential Interiors.
— Has fundado y lideras el Studio Arthur Casas, con oficinas en São Paulo y Nueva York. ¿Cómo abordas la gestión de proyectos y equipos en estas ciudades tan diversas, y qué desafíos y oportunidades presenta cada una?
Fundamos nuestro estudio de Nueva York en 1990, desarrollando proyectos en diversos sectores y diferentes escalas. Con los años, nos dimos cuenta de que nuestros clientes estaban repartidos por todo el mundo, y cambiamos nuestra estrategia tomando la decisión de tener una oficina física en Nueva York. Como resultado, todo nuestro equipo de desarrollo internacional está basado en nuestra sede en São Paulo y realiza diversos viajes para atender a los clientes independientemente de su ubicación. Mediante el uso de la tecnología, todas las reuniones semanales con los clientes y las reuniones complementarias se realizan a distancia. Durante el desarrollo del proyecto, dividimos nuestro tiempo en visitas para reuniones cruciales, visitas al emplazamiento, validación de muestras y visitas in situ.
Así pues, la complejidad del desarrollo internacional estriba en gestionar los aspectos complementarios y garantizar que todos nuestros detalles, conceptos y estética se ejecuten cuidadosamente. Para lograrlo, nuestra estandarización de procesos, fases del proyecto y el trabajo con programas BIM como Revit son clave para garantizar la consistencia de la calidad de nuestros proyectos.
La oportunidad de desarrollar proyectos fuera de Brasil abre las puertas al descubrimiento de nuevas culturas, costumbres, lugares, materiales y, lo más importante, al desafío de crear proyectos que promuevan el bienestar de cualquier persona, independientemente de su ubicación. Incluso antes de la conversación inicial con el cliente, todo nuestro equipo realiza una minuciosa investigación local para comprender la región. Con la perspectiva de un arquitecto extranjero, podemos explorar un aspecto diferente de la cultura local que tratamos de incorporar a nuestro lenguaje arquitectónico, a la elección de materiales y al mobiliario.
Actualmente, trabajamos en proyectos en el Reino Unido, Estados Unidos, Bahamas, Portugal, México, Uruguay y Croacia. Cada uno presenta un reto diferente debido a su clima, ubicación, materiales de construcción y especificidades.
— Tu obra se caracteriza por un equilibrio entre racionalidad esencial y formas singulares. ¿Podrías profundizar en cómo alcanzas esta armonía en tus proyectos y cuál es tu proceso creativo para lograrlo?
El humanismo es la base de mi trabajo, siempre soy el protagonista de mis proyectos. Tengo que ser feliz en los espacios que creo, para eso entiendo la arquitectura. Nuestro estudio refleja y traduce la singularidad de los clientes en arquitectura. Al interiorizar a los clientes/usuarios, creamos una arquitectura a su medida, a la carta, que satisface mejor sus necesidades y su estilo de vida.
Nuestro proceso creativo parte del principio de que, en arquitectura, el todo es siempre mayor que la suma de las partes. La calidad del conjunto es la consecuencia de cuidar todos los detalles de nuestro diseño. Por eso, nuestra atención se dirige a todas las escalas, desde el edificio hasta el mobiliario.
Nuestros proyectos son armónicos y están pensados para tener en cuenta la experiencia del cliente en el espacio. Nuestra arquitectura está pensada para mejorar la experiencia de quien la va a disfrutar.
— La sostenibilidad y la innovación son elementos centrales en tu enfoque arquitectónico. ¿Cómo seleccionas las técnicas innovadoras y los materiales reciclados en tus proyectos, y qué importancia le atribuyes a estas decisiones en la arquitectura contemporánea?
Somos un equipo muy multidisciplinar, con arquitectos y urbanistas especializados en cada escala del proyecto, desde el diseño de una manilla hasta el diseño completo de un edificio – pasando por mobiliario y acabados hasta una arquitectura completa -, que asiste a todos los pasos durante el proceso de desarrollo de nuestros proyectos.
Esta huella internacional en nuestro equipo nos ayuda a seguir las últimas novedades del sector a nivel mundial, conociendo nuevas soluciones de sostenibilidad, innovaciones y culturas, a través de viajes, visitas a campamentos y ferias y eventos internacionales del sector.
Últimamente, también estoy teniendo la oportunidad de viajar casi todos los meses a países extranjeros, y durante estos viajes presto mucha atención a la arquitectura y los diseños de cada lugar que visito, lo veo como una oportunidad de aprender de todo ello.
— El Restaurante Kaa no solo ha sido galardonado, sino que también es considerado uno de tus proyectos emblemáticos. ¿Nos podrías contar más sobre la concepción y ejecución de este proyecto y los desafíos que surgieron durante su desarrollo?
São Paulo es una ciudad que se revela detrás de las paredes, lo que hace que algunos lugares sean sorprendentes y especiales. El Restaurante Kaa es así, con su fachada estrecha y discreta, no da ninguna pista de los 798 m² que revela en su interior. Este diseño fue pensado para ser una escapada del caos urbano, aunque fuera por unas horas. De ahí la opción por un espacio amplio, con materiales y colores naturales y mobiliario confortable de diseño brasileño.
Para la estructura, utilizamos acero corten aparente para reafirmar la composición preexistente. Del mismo modo, un perfil metálico de acero corten crea el entresuelo en el lado derecho de la parcela. Para aportar más luz natural al lugar y proporcional la sensación de terraza, añadimos una cubierta de toldo retráctil en el lado izquierdo de la parcela y se dotó a la entreplanta de un cierre lateral de cristal.
La gran estantería colocada sobre la barra, que divide el enorme espacio del restaurante en 2 zonas diferenciadas, sirve de soporte a originales piezas autóctonas que dialogan con botellas, vasos y libros. El mobiliario es contemporáneo y la filosofía del local es llevar a la gente urbana de São Paulo a un entorno verde.
— Has liderado la revitalización de espacios y el diseño de campus universitarios. ¿Cómo enfrentas los retos que presentan estos proyectos a gran escala?
Es un gran reto, sin duda, diseñar proyectos a gran escala. Uno de los que más orgulloso me siento, aunque desgraciadamente aún está sobre el papel, es la revitalización de la Praça da Sé, en el centro de la ciudad de São Paulo.
La recuperación de este lugar se centra en dos premisas: el uso constante del espacio y su entorno — durante el día y la noche —, y aumentar la permeabilidad física y visual de la zona, gravemente afectada por desniveles y obstáculos repentinos. Sin afectar estructuralmente a la zona preexistente, el proyecto logra una especie de vestimenta que se ajusta a los niveles, aberturas y paisajismo tanto de la plaza como del metro.
Para Sé, pensamos en superar el terreno irregular y antipeatonal de la plaza, con formas onduladas que pasaran por encima de escalones, huecos y otras barreras. Sin demolición, implantaríamos planchas de hormigón sobre encofrados de madera, la escalera del metro tendría un graderío para espectáculos y eventos, nuevos
asientos y lugares para los patinadores, se activarían toboganes de agua sobre todo en verano, para alegría de los niños.
También realizamos un estudio urbano para identificar fachadas que pudieran albergar servicios y comercios de cara a la calle, posibles solares que pudieran convertirse en centros de referencia (como centro cultural, museo, etc.) y edificios en estado de abandono que pudieran tener incentivos para viviendas, hoteles, etc. A través de estos estudios, nuestra propuesta incluye también ideas para inmuebles poco utilizados en los alrededores.
— Dado que tu estudio ha trabajado en la mayoría de las ciudades del mundo, siendo mencionado en “e-architect” entre otras publicaciones, ¿cómo enfrentas las diferencias culturales y normativas al trabajar en proyectos internacionales?
Las diferencias culturales son siempre un punto de extrema atención cuando desarrollamos proyectos internacionales. Primero tenemos que entender quiénes son nuestros clientes, cómo van a habitar la casa, las costumbres familiares y culturales, los aspectos importantes de la vida cotidiana y, a menudo, qué les gustaría mejorar en su dinámica familiar.
Sabemos que la arquitectura tiene el poder de cambiar la vida de las personas, tanto positiva como negativamente. Y este análisis nos da la capacidad de proponer soluciones y espacios que aporten comodidad y mejoren la vida y el uso de los espacios, independientemente de las diferencias culturales.
Dependiendo de la ubicación, utilizamos un estándar específico para las fases del proyecto y los entregables. Todo el proceso de desarrollo cuenta con el apoyo de un profesional local que nos ayuda con los códigos locales, las aprobaciones y la información importante que es específica de esa localidad. La conversación con este profesional debe iniciarse desde el principio, ya que esto nos permite crear un intercambio positivo de información que aporta beneficios visibles al proyecto final y al resultado de la construcción.
— Tu participación en eventos internacionales ha sido destacada, incluso obteniendo un premio en la XII Bienal de Buenos Aires. ¿Podrías contarnos qué aprendizajes has extraído de estas experiencias? Además, ¿de qué manera crees que este tipo de eventos y reconocimientos impulsan la innovación y la excelencia en el campo de la arquitectura?
Los intercambios son siempre muy importantes y enriquecedores para cualquier ámbito de actividad. En arquitectura no podría ser diferente.
Las bienales, ferias y eventos son una oportunidad para descubrir nuevos trabajos, profesionales, tecnologías de producción, materiales, además de ser un entorno rico en discusiones y debates sobre temas urgentes relacionados con nuestra actuación como arquitectos, urbanistas y diseñadores, la mejora de las ciudades y la calidad de vida urbana.
Esta es principalmente una de las bases de nuestro trabajo, aprender observando, conversando y escuchando a otros profesionales, de cada área que integra nuestra labor. Así que esos eventos y reconocimientos fortalecen la base de nuestro proceso de creación y su desarrollo. Es una oportunidad para todos nosotros.
— Para concluir, Arthur, nos gustaría reflexionar sobre el futuro. Basándote en tu rica experiencia y en las tendencias emergentes, ¿cómo visualizas la evolución de la arquitectura y qué papel crees que desempeñará la sostenibilidad en la configuración de nuestras ciudades y espacios en los años venideros?
Creo que la sostenibilidad será, como ya lo es, un tema muy importante para las ciudades y para todos los arquitectos, urbanistas y diseñadores. Nuestro proceso de sostenibilidad en el diseño debe pasar por la cuidadosa elección de cada material utilizado, pero no sólo esto, de cada método constructivo.
Pero no sólo esto, hablar de sostenibilidad en arquitectura significa pensar en el tiempo de vida del proyecto. Los estudios señalan que, desde 2020, la masa de todo lo que el hombre ha construido — bueno y sobre todo malo en la tierra — es mayor que la biomasa, es decir, la masa de todos los seres vivos, plantas o animales. Esto debería aumentar nuestra preocupación por una arquitectura consciente al respecto y, sobre todo, por las generaciones futuras. Y también nos da un sentido de responsabilidad hacia la profesión que elegimos ejercer.
Nosotros, como arquitectos, tenemos — y seguiremos teniendo aún más — esta responsabilidad de diseñar proyectos que perduren en el tiempo, proyectos que no sean efímeros. Esta es una de mis principales preocupaciones, crear arquitectura atemporal, proyectos funcionales y duraderos.
