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De casa en ruinas a idílica cabaña en la montaña

El proyecto de Mireia Masdeu Studio consistió en la rehabilitación de una antigua cabaña en ruinas del s. XIX situada en la localidad de la Roca de Pelancà, pueblo medieval reconocido culturalmente de interés nacional, entre Vilallonga de Ter y Llanars (Camprodón). La casa, que había sido propiedad del reconocido pintor surrealista Joan Ponç y que fue construida parcialmente con rocas del antiguo castillo, se tuvo que rehabilitar de forma global.

Objetivos del proyecto

Los objetivos principales del proyecto fueron, por un lado, seguir con la esencia de la casa que inicialmente estaba llena de tarimas a diferentes alturas, hecho que nos permitiría enseñarla en su totalidad, abriendo todos los espacios y conectándolos entre sí para conseguir una circulación fluida y cómoda entre los diferentes espacios.

Rehabilitación de Cabaña

Por otro lado, se abrieron nuevos ventanales para conectar al máximo el interior con el exterior. Se quiso ser muy respetuoso con la fisonomía de la fachada por lo cual se alargaron las ventanas existentes, dando como resultado unos grandes ventanales que hacen que la Sierra de Caballera que se encuentra justo delante, entre directamente dentro de la casa. Por último y no menos importante, se quiso que la montaña que invadía de forma casi salvaje la planta inferior, fuera la auténtica protagonista.

Fachada de la cabaña

A la cabaña se accede por la fachada pequeña de la casa, donde se han conservado los portalones de madera originales. Parece una casita pequeña y de poca altura, pero en realidad la casa se descuelga sobre la montaña consiguiendo una altura interior de 6’75 m que se puede apreciar en la fachada lateral.

Interior de la casa

La sala de estar

Una vez ya dentro de la cabaña, nos encontramos un primer nivel con la sala de estar con espectaculares vistas del exterior y de la chimenea. Unas escaleras de chapa de hierro lacadas en negro te conducen hacia el segundo nivel donde está la cocina abierta y desde donde, mientras se está cocinando, se disfrutan de las vistas a la Cordillera.

La cocina y el comedor

Estos dos niveles están conectados a través de unos grandes armarios que al final forman parte de la cocina. Dos peldaños más llegan al tercer nivel correspondiente al comedor, que a pesar de ser un espacio de tan solo 5’5 m², se hace inmenso al estar completamente abierto al exterior.

Dormitorio

Si seguimos bajando, nos encontramos ya en la parte inferior de la casa y de mayor altura, donde se ubicó el dormitorio y el baño y donde la montaña es la estrella principal. Por este motivo, para poder entrever, pero tener a la vez cierta intimidad, se diseñó una gran celosía de lamas verticales de madera que acompañan la bajada de la escalera y que al llegar al dormitorio hacen la función de cabezal sin perder de vista la montaña de detrás, donde se aprovechó la altura para hacer un cuarto nivel colgado de la roca con un altillo abierto donde hay dos camas.

Cuarto de baño

Por último, el baño es el espacio más sorprendente, puesto que la montaña entra agresivamente y acapara toda la atención. Se aplicó microcemento blanco en pavimento, paredes, ducha y bañera, haciendo una única piel que envuelve la roca y que, con una iluminación estudiada, la magnífica.

Rehabilitación de Cabaña
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