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Un restaurante inspirado en la esencia italiana y el estilo retro de South Beach

Cuatro años después de nacer el hermano gastro de Luzio —el restaurante Iluzione—, otro nuevo miembro se suma a la familia culinaria de la firma de decoración y proyectos de interiorismo. Le han llamado Corso Iluzione y está situado en el Centro Comercial La Roca Village, a escasos kilómetros de Barcelona. Como su predecesor, el proyecto del nuevo restaurante lo ha firmado también el equipo del estudio Luzio Design & Projects, encabezado por María José Gómez y Maximiliano Zigart, propietarios de la firma. “Las funciones del restaurante y la tienda debían ser independientes, pero integradas en el mismo espacio e interiorismo” explican desde el estudio.

Luzio DesignProjects Proyecto Restaurante Corzo Iluzione F4

Un interiorismo con efecto WOW!

Las obras tuvieron una duración de diez meses y la principal intervención del estudio se centró en el interiorismo, no tanto en la parte arquitectónica, teniendo en cuenta que de la fachada no pudieron tocar prácticamente nada, salvo colocar el cartel de neón con el nombre del restaurante. La explicación hay que buscarla en que esta responde al perfil que caracteriza todas las fachadas de este conocido centro comercial, inspirado en la arquitectura local catalana y que simula un pueblo tradicional de finales del siglo XIX y principios del XX. Quizás por eso el efecto WOW! cuando accedes al local es mayúsculo, dado el salto estético en cuanto a estilo y ambientación que sorprende al visitante.

Tomando como base un espacio vacío, prácticamente diáfano, las acciones del estudio se centraron en la distribución, en los acabados y en la iluminación, en determinar la paleta cromática, y en resolver toda la parte técnica que requiere el funcionamiento de una cocina. Para esto último, ya tenían la experiencia del otro restaurante aunque, a efectos de estética, “mientras que para el Iluzione de Barcelona nos inspiramos en Manhattan, para el nuevo Corso Iluzione nos apetecía darle un aire más funk”, explica Zigart, copropietario del local junto a Stefano Gallo, María José Gómez y Marta Santamaría. Concretamente, su interiorismo se ha inspirado en la esencia italiana y el estilo retro de South Beach.

El único elemento constructivo ‘maestro’ que se encontraron de origen inamovible fueron dos columnas que lograron integrar en el proyecto creando entre ambas una zona central diferenciada para grupos, con mesas y sendos sofás que se dan la espalda, coronada por un llamativo jardín suspendido en el techo. En cuanto a obra propiamente, hay que hablar de los cerramientos verticales hechos en yeso pladur y el murete de la barra realizado como un bloque cerámico.

Revestir el espacio combinando materiales artesanales con toques industriales

El restaurante Corso Iluzione cuenta con una superficie interior de 260 m² más otros 140 m² de terraza, situada en la llamada Plaza de las Palmeras y abierta todo el año. La distribución interior se entiende como tres ambientes: uno amplio y diáfano destinado al comedor y enmarcado en una de sus paredes por el ambiente que representa la tienda, y otro protagonizado por la cocina abierta con show-cooking rematada con una barra de ocho metros. La parte central de asientos con sofás bajo el jardín vendría a hacer de separador ambiental entre el comedor principal y la barra.

Como nexo visual de unión de todo el establecimiento está el pavimento, elegido en un acabado de cemento alisado y formado por piezas de 20×20 de cerámica con acabado esmaltado. Además, se juega con diferentes tonalidades de color para enmarcar zonas, como la de la tienda y la del sofá central, a modo de alfombra, en un gris más oscuro.

En cuanto a los revestimientos murales de cerámica artesanal, representan uno de los focos más atractivos del restaurante. Establecida de antemano la paleta cromática del proyecto, son los tonos amarillos, marrones y caramelo los elegidos para las paredes y con la disposición en ‘zig-zag’ lo que se pretende es “generar movimiento y vitalidad, simulando las llamas que salen de la cocina y que se reflejan en la pared”. Si hay un color que destaca entre todos es el amarillo, el de los limones sicilianos que deja constancia de la inspiración en dicha isla italiana y que, en este caso además, cuelgan del jardín suspendido.

Por su parte, el techo de tonos claros, se ha resuelto de forma sencilla. Se ha dejado abierto y está rebozado con un material aislante térmico y acústico, y también ignífugo, tal como exigen las normativas en hostelería. El estudio Luzio Design & Projects no quería ocultar bajo placas de pladur el techo, al contrario, persigue potenciar un punto industrial que se refleja en otros detalles, como dejar a la vista las instalaciones eléctricas y de climatización que recorren el techo.

Y lo mismo sucede en el baño del restaurante, con los conductos del agua vistos en acabado cobre. En el pasillo que lleva a los aseos se ha situado el lavabo abierto aprovechando un recoveco en la pared y no puede presumir de mayor expresividad visual. Sobre todo por las baldosas cerámicas artesanales de su revestimiento en acabado verde musgo combinadas con la enorme vasija de arcilla que hace de lavamanos y la grifería antigua de cobre “un conjunto con mucha identidad”, tal y como definen en el estudio.

Como nexo visual de unión de todo el establecimiento está el pavimento, elegido en un acabado de cemento alisado y formado por piezas de 20×20 de cerámica con acabado esmaltado

Luzio DesignProjects Proyecto Restaurante Corzo Iluzione F6
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