fbpx
InicioInteriorismoUn edificio saludable, energéticamente sostenible y altamente confortable

Un edificio saludable, energéticamente sostenible y altamente confortable

En el nuevo pabellón de madera del Hospital de Día de Aranda, firmado por VIRAI arquitectos+Parra-Müller Arquitectura de Maternidades, el reto de diseñar un edificio abierto y acogedor, a la vez que funcional y sencillo, se ha materializado a través de la madera y el cuidado de cada detalle. Se ha integrado el entorno arquitectónico y sus  instalaciones, de modo que no solo comprendan el proceso funcional que interrelaciona el espacio con los usuarios —profesionales, pacientes y acompañantes—, sino también comprender y empatizar con el sufrimiento y la vivencia de estos.

La iluminación natural y artificial, el confort acústico y térmico,  el diseño del detalle de cada puesto, etc., son solo piezas que conforman el conjunto, que es más que la suma de las partes. No es el espacio lo que se humaniza en sí mismo, este es solo un vehículo: se humaniza el proceso.

No es el espacio lo que se humaniza en sí mismo, este es solo un vehículo: se humaniza el proceso

Se trata de un edificio saludable porque debe ser un edificio que aporte salud. Por ello, desde su concepción hasta los últimos detalles, se han buscado sistemas constructivos y materiales naturales y con bajas emisiones de partículas COVs y formaldehidos —los pavimentos de PVC utilizan en su composición material plastificantes de origen vegetal, prescindiendo de los eftalatos—. Es una construcción temporal ligera, pero a la vez sólida, con estructura, cubierta y fachada ventilada de madera.

Además, se considera un edificio energéticamente sostenible porque posibilita reducir el consumo energético respecto a uno convencional, muy bien aislado y sin puentes térmicos para proporcionar un ambiente confortable, tanto en invierno como en verano. Cuenta con un suelo radiante y refrescante, para reducir los movimientos de aire en las salas, y sistemas de renovación de aire con recuperación de calor que permiten garantizar una buena calidad del aire interior sin tener penalizar el consumo energético.

También es un edificio confortable, pensado desde y para el usuario, tanto el paciente como los profesionales y familiares. El pabellón aprovecha su situación privilegiada sobre la ribera del Duero para dotar de unas magnificas vistas a cada uno de los puestos de tratamiento, distribuidos en la sala principal de tratamiento, buscando la intimidad y necesidades de cada paciente.

El nuevo pabellón está conectado con el edificio principal del hospital, si bien cuenta con un acceso principal independiente del mismo, promoviendo la privacidad de los usuarios a su llegada.

El edificio destaca por ser innovador en la forma de distribuir la sala de tratamiento, donde se busca que cada puesto cuente con su espacio y una cierta privacidad, mediante un mobiliario diseñado específicamente para este proyecto, que ayuda a delimitar el entorno del paciente, recoge de una forma ordenada las tomas de los gases medicinales e incluye asientos para las personas acompañantes, espacio para dejar pertenencias personales, enchufes para poder cargar un móvil o una tablet, etc. A través del mobiliario se distribuyen los sillones de tratamiento en áreas con más o menos intimidad, según el momento de la enfermedad, la edad y las preferencias individuales de cada paciente.

Los profesionales cuentan con una pequeña sala de descanso, que les permite tomar un café o guardar sus bolsos con privacidad, ya que el control de enfermería se encuentra integrado en la sala de tratamiento, buscando el contacto directo con los pacientes.

El edificio genera una atmósfera positiva y acogedora, a través de un ambiente que se aleja de nuestro imaginario de espacio hospitalario, provocando en los usuarios un bienestar sensorial que afecta a su estado emocional. El entorno espacial como colaborador de la salud, para estar mejor.

artículos relacionados