Combo Estudio ha llevado a cabo el proyecto de interiorismo del restaurante Millo, ubicado en la planta baja de un edificio protegido de líneas racionalistas en la zona de Orzán —el barrio del centro coruñés donde en los últimos años existe un movimiento renovador al que se suma este nuevo espacio—.
El concepto Millo parte de Galicia, de su tierra y de su mar. De ahí se toma el color protagonista de la propuesta: un verde aguamarina intenso, atlántico y de bosque. Y un material: la arcilla y sus tonos ocres.
Desde Combo han desarrollado un diseño sencillo, atractivo y relajado con el objetivo de que los clientes estuvieran a gusto y, de este modo, la comida fuera la protagonista.
El verde inunda la sala y se funde con la madera del mobiliario y el suelo (que se aprovechó a petición de los clientes) y en arcilla se diseñaron unas piezas personalizadas que componían una celosía con la que envolver el espacio, aunque finalmente estas piezas se han materializado de forma más sencilla, pero manteniendo el diseño y el color tierra. El barro también está en los pequeños detalles como en el rótulo y los reposacubiertos de las mesas.
En la cocina se primó la misma combinación de tonos cromáticos, pero en materiales más apropiados para este espacio, revestimientos porcelánicos, lavables y duraderos.
En Combo ponen mucha atención en la iluminación por lo que, aprovechando parte del material existente, se diseñó y fabricó la iluminación suspendida del local. Para el resto de nuevos elementos se optó por empotrables negros, sencillos, con un haz muy cerrado para enfocar y potenciar las creaciones que salieran de la cocina.
El verde inunda la sala y se funde con la madera del mobiliario y el suelo
