Jose Agenjo Estudio ha llevado a cabo la reforma integral de una vivienda de finales de los 80. Se trata de una residencia en la que la distribución no era un problema a priori, en forma de U en torno a un pequeño patio que provee de luz todas las estancias. Principalmente, necesitaba una actualización de estilo, así como proveer de luz y amplitud las estancias.
Al analizar los espacios, el estudio se encontró con que había que mover la cocina y cambiarla de ubicación por una de las dos habitaciones principales que había en la entrada. Con este cambio se dividió la casa en dos zonas, la primera de uso y recepción de invitados ubicando, salón, cocina y un despacho que puede hacer las veces de habitación de invitados; y la segunda zona con el baño de cortesía como transición y, a continuación, dos dormitorios y la habitación principal al final. En cuanto a la habitación principal, a pesar de ser muy grande, no estaba bien optimizada para el almacenamiento, por lo que se redistribuyó el baño consiguiendo que el largo pasillo hiciera de vestidor para dar una funcionalidad completa a esta estancia.
Otra de las cosas que el estudio se encontró era que las paredes estaban en chaflán, dando un efecto óptico que parecía que la estancia se hacía más pequeña. Por ese motivo, se decidió la rectificación de todas ellas, ya que, aún perdiendo algún metro cuadrado, la sensación ha sido de mayor amplitud, acortando un poco el pasillo y eliminando tanta puerta de paso, tan típica de la época.
En cuanto al diseño, querían algo de estilo contemporáneo con toques clásicos y ambos enamorados del color rosa. Es por este motivo que la paleta de colores se basa en este tono, añadiendo el gris para dar elegancia y el blanco para dar luz. Los toques de latón y mármol aportan ese punto clásico.
Necesitaba una actualización de estilo, así como proveer de luz y amplitud las estancias
