Cuando se trata de comenzar una obra, hay que tener en cuenta muchos factores que influyen en la misma, desde el espacio que ocupa hasta las posibilidades de modificación que ofrece o la normativa comunitaria a la que debe de ajustarse. Fernando Pozuelo Landscaping Collection ha llevado a cabo recientemente una obra de terraza que debía reunir una serie de requisitos técnicos y legales. Uno de esos condicionantes era justamente la necesidad de ajustarse a una serie de parámetros marcados por el ayuntamiento, pero solucionando a su vez una serie de problemas estructurales con los que contaba el espacio.
En este sentido, cuando se trabaja en una rehabilitación integral se debe tener en cuenta no solo este tipo de requisitos arquitectónicos, sino también debemos buscar soluciones que contribuyan a mejor la calidad y la funcionabilidad del espacio y de sus habitantes, pero que además ayuden a cambiar la visión de las ciudades. Esta obra partía del problema de subsanar una albardilla deteriorada que tenía el muro, susceptible de tener humedades. Para esto, se añadió una solución de revestimiento a toda la zona para preservarla de las humedades, incluyendo también un sistema modular de ajardinamiento encima de las mismas capaz de recoger el 100% del riego de las plantas.
Gracias a este método, que no toca la albardilla ni el suelo de la terraza y está conectado directamente con la red de saneamiento, se consigue preservar y posponer en el tiempo los problemas relativos a la humedad. Otra de las dificultades era la valla que existía y que estaba muy deteriorada, que se ha sustituido por una barandilla de vidrio laminar, de un centímetro de grosor, con la que se logra aportar muchísima luz y transparencia a la terraza. Respecto al nivel técnico, no se ha tocado el suelo existente, sino que sobre ese mismo suelo se ha colocado otro nuevo de tarima tecnológica que, al ser una especie de suelo sobre rastreles, no modifica el flujo de conducción de las aguas. Además, el agua de lluvia que cae a través de los sumideros es completamente registrable gracias a una especie de arquetas que lo permiten. En cuanto al alumbrado, se ha dotado a todo el conjunto de un sistema de iluminación tanto directa, a través de apliques de pared y una pequeña baliza sobre el muro; como indirecta, mediante unos proyectores de luz y una línea leve debajo de las jardineras. Un planteamiento lumínico con el que se busca dotar de mayor calidez y relax al espacio.
La terraza contaba con dos niveles, por lo que también se ha transformado la escalera a través de una obra muy singular en cuanto a arquitectura metálica. Sin cambiar el punto de arranque ni el punto de desembarco de la escalera anterior, y sin ampliar el peso de la misma, se consigue un paso muchísimo más amplio y cómodo, además de generar algo que en sí mismo es un elemento arquitectónico y de diseño. Respecto a la funcionalidad, la terraza se ha segmentado con dos zonas estanciales. Se ha diseñado una zona de comedor principal, con un gran espacio, y una zona estancial, más reservada y con una chimenea de vapor, la cual da la sensación de un fuego natural pero que no quema. Además, se ha aprovechado la parte inferior de la chimenea para crear una solución de almacenaje, con un armario para colocar leña.
Para concluir esta obra se ha repasado la pintura de la fachada, se han cambiado los tejidos de los toldos y se han incorporado pequeños elementos de césped artificial para dotar de cierto verdor al conjunto, todo ello de bajo mantenimiento.
