Los montañeros que se acerquen a la comarca de Ribagorza, en Huesca, podrán disfrutar de un impresionante refugio de cinco estrellas, cuyo enclave resulta estratégico para la realización de multitud de actividades relacionadas con el montañismo. Para su construcción, se han colocado ventanas de cubierta inclinada de Velux, especialista en ventanas de tejado, en la instalación de ventanas. Concretamente 24 ventanas de su modelo FK06, que permiten una apertura manual proyectando la hoja hacia el exterior para favorecer las vistas y la entrada de ventilación.
Sin duda, aspectos muy valorados en un lugar como éste, un emplazamiento único, pensado para disfrutar en todo momento de la montaña y de todos los elementos y beneficios que ésta ofrece.
La luz natural influye de forma muy positiva en nuestra salud física y mental, por lo que hay que fomentar que esté siempre presente en cualquier tipo de edificio. También resulta clave la ventilación. Un gesto tan simple como abrir la ventana cuenta con innumerables beneficios entre los que destaca un aumento de la energía y una mayor resistencia física, muy necesarios en la práctica deportiva.
“Desde Velux nos satisface formar parte de proyectos de esta envergadura, edificaciones ambiciosas desde el punto de vista constructivo y de diseño, pero que además incorporan elementos buscando la sostenibilidad y eficiencia energética”, afirma Elena Arregui, directora general de Velux en España.
Modelo constructivo: eficiencia e integración con su entorno
La Federación Aragonesa de Montañismo, junto a los arquitectos encargados del proyecto, Alejandro Royo y Ramón Solana, ha querido aplicar en su diseño los elementos constructivos más modernos en cuanto a la limpieza del proceso constructivo y el mantenimiento y gestión posterior del edificio.
Por ello, se ha optado por un edificio construido internamente en módulos prefabricados, por lo que su montaje se realiza a modo de mecano. Una construcción similar a la de refugios ya existentes en otros países de la zona de los Alpes como Austria, Suiza y Francia.
El material de estos módulos y el hecho de ser construidos previamente favorece la capacidad de aislamiento del edificio, lo que a su vez hace posible un menor consumo energético. Asimismo su recubrimiento, en chapa gris, permite que se integre en el entorno, consiguiendo una estructura compacta capaz de soportar los rigores del clima de alta montaña.
Un refugio único en España por su estilo y características
Se trata del único refugio de montaña de este estilo y características en España. Su construcción responde a una doble necesidad: tanto deportiva como de seguridad, ya que se encuentra en pleno trazado del GR11, la Senda Transpirenaica, el sendero por etapas más transitado y que no contaba con un refugio en este tramo.
Su objetivo es dar servicio al montañero, garantizando un punto seguro y de referencia en la montaña y grupos de rescate. También sirve como punto limpio que concentra y depura los vertidos y residuos al mismo tiempo que toma de datos en estaciones meteorológicas, especialmente en un macizo que se encuentra con importantes déficits de instalaciones.
El refugio de Cap de Llauset forma parte de la red de refugios de la Federación Aragonesa de Montañismo y ha sido construido con los fondos de la Diputación Provincial de Huesca, el Ayuntamiento de Montanuy y la FAM.
El refugio, cuya inversión asciende a 824.000 euros, se comenzó a construir en 2010. Dispone de 30 plazas y se encuentra perfectamente equipado con duchas, agua caliente, calefacción, botiquín, servicio de comidas, bar, taquillas, calzado de descanso, teléfono, radio y aula polivalente.