Copisa cumple 50 años dedicados a desarrollar la red de infraestructuras de España

Copisa celebra su 50 aniversario y, durante este tiempo, la empresa ha contribuido a vertebrar la red de infraestructuras de España. Copisa se constituyó en 1959 para hacerse cargo de las obras del Salto de Torán, desde entonces se ha ido expandiendo hasta ser la encargada de intalar el tren de alta velocidad en varias regiones. Hoy, está también presente en Europa del Este.
 
La empresa Constructora Pirenáica S.A. se constituyó en 1959 con capital mayoritario de FECSA (Fuerzas Eléctricas de Cataluña S.A.), con el objetivo de hacerse cargo de las obras en fase de ejecución que estaba realizando su departamento de construcción. Así, se continuó con los trabajos del Salto de Torán y la construcción de la Central Hidráulica de Pont de Rey.
 
Paralelamente a la ejecución de estos proyectos, Copisa conformó un equipo humano de reconocida experiencia procedente de las obras del Valle de Arán, que sería destinado al Valle de Cardós para trabajar durante 15 años en la construcción del complejo Hidráulico de Tavascan, al que posteriormente se unió la Central Reversible de Montamara, la primera que se puso en marcha en todo el Estado.
 
Los comienzos fueron duros, pero a la vez apasionantes. El complejo de Cardós fue un ejemplo de desafío humano, una obra de alta ingeniería que incluía presas, grandes saltos de agua, túneles, pistas, funiculares, excavaciones en roca viva, etc, que tenían que ejecutarse con los medios de la época.  Cincuenta años más tarde, el desarrollo del complejo se considera modélico, es estudiado en las Escuelas de Ingeniería españolas así como en  prestigiosas universidades de Estados Unidos por su diseño único en el mundo, por su gran productividad y por la máxima optimización de los recursos hidrológicos.
 
Pero sin duda, la década de los 80 es el periodo de mayor expansión de la compañía, ya que es en estos años cuando Copisa amplía sus horizontes y profundiza en la diversificación que ya inició en la década anterior. A esta etapa corresponden proyectos tan destacados como la Central Hidroeléctrica de Estany Gento-Sallente (Lérida), la obra más relevante de esos años en España, el viaducto sobre el río Alcanadre (La Rioja), los túneles de Monrepós (Aragón), la adecuación del Foro Romano y remodelación de la Plaza y la Seo de Zaragoza, la construcción de pabellón del Club del Joventut de Badalona (Barcelona), la presa de Leiva (La Rioja) y el Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya (INEFC) (Barcelona), entre otros.
 
La entrada del nuevo siglo supone la llegada de nuevos retos y compromisos. El impulso de las comunicaciones, y, sobre todo del ferrocarril vuelven a poner de manifiesto la solidez de la empresa. La compañía contribuye a extender la Línea de Alta Velocidad por numerosas regiones y participa en obras de gran calado social y arquitectónico. Muestra de ello es la Ciudad de la Justicia de L’Hospitalet del Llobregat y Barcelona, la Autovía de La Plata, el AVE Córdoba-Málaga, las plantas fotovoltaicas de Castilla-La Mancha o el Canal de Navarra. Todas estas actuaciones han sido diseñadas y ejecutadas con la base del desarrollo tecnológico y la sostenibilidad.