La interiorista María Díaz Leguina firma esta vivienda situada en Madrid. El piso se encontraba en una situación muy desactualizada, por lo que se debía realizar una reforma integral en la distribución de la vivienda, instalaciones, carpintería, solados, etc.
Lo primero que se decidió fue la ubicación de la habitación del propietario: tenía que ser una estancia sin ruidos y luminosa, de ahí que se situara al fondo de la vivienda.
Este hogar necesitaba disponer de una habitación, dos baños completos y armarios, mientras que el resto de la vivienda se podía destinar a salón-comedor y cocina. Inicialmente, el propietario quería una cocina cerrada, bien equipada, luminosa y con zona de desayuno, pero que no fuera una barra. Al distribuir la cocina se hicieron hasta cuatro alternativas diferentes, con sus pros y contras, pero finalmente la actual ganó porque al entrar en la vivienda —mediante el cerramiento de hierro y cristal— se conseguía amplitud, disponía de una mesa para desayunar con un banco y espacio para una silla con amplio espacio.
© Carla Capdevila
El mobiliario de cocina es de Vonna cocinas. La zona de columnas recogía caldera, horno/microondas, almacenaje de despensa, así como escobero. En la parte de baja se lograba una gran encimera, un buen fregadero y la zona de humos cerca de la ventana facilitando la salida de humos y ventilación de la cocina.
En cuanto al cerramiento de hierro, inicialmente se planteó un cerramiento completo entre la cocina y el comedor porque el cliente no quería una cocina tan abierta, pero finalmente según avanzaba la obra solo se mantuvo en el hall de entrada por recomendación de la interiorista y se eliminó en la zona de separación de la cocina para dar más amplitud y visión desde la cocina.
A nivel estético, se planteó la combinación de madera maciza en la zona de las columnas en madera de roble envejecido y en los muebles inferiores lacados en gris claro, una combinación con la calidez de la madera y el contraste de la frialdad de la laca y el gris. En cuanto a la encimera es un porcelánico Sapienstone light earth natual es un acabado mate, color verde gris, muy elegante y cálido. En la zona de la campana la encimera se colocó a la misma altura que el muro de separación con la zona de comedor y se revistió en la parte superior.
Las paredes de toda la zona de la cocina están empapeladas con papel de Arte en color verde gris, que aportan calidez al espacio. En los suelos se eligió un cerámico de 90×90 de Gunni Trentino en color gris color cemento mate. La zona del pequeño comedor se realizó a medida un banco con tela de Gancedo en lino vichy azul y beige con respaldo colgado, silla diseñada a medida y mesa en madera maciza. La luminaria que cuelga es de Coolicon.
El objetivo del proyecto era que desde la entrada a la vivienda, la cocina —que es lo primero que encuentras— permitiese dejar pasar la luz mediante el cerramiento de hierro y cristal, diera mayor amplitud al espacio, la mezcla de materiales nobles como la madera maciza, el hierro del cerramiento, la frialdad del solado en cemento y la laca contrastando con la calidez de papel texturizado de las paredes o el tapizado en vichy del pequeño comedor de diario.
El salón está presidido por una librería lacada en blanco con la trasera en azul Francia, hay dos sofás en lino, mesas diseñadas por la interiorista y en la zona de comedor destacan dos lámparas adquiridas en el Rastro de Madrid.
En la habitación principal, aprovechando el ángulo del final de la habitación, se ha colocado otra librería, hecha a medida, con madera de roble en baldas gruesas y en la parte inferior mueble lacado. El baño principal juega con los mismos colores porcelánico en verde gris, mueble a medida igual, encimera verde y grifería en color gris oscuro.
