La formalización del Centro de Atención Primaria Santa Eulalia, en l’Hospitalet de Llobregat, ha sido absolutamente deudora del emplazamiento y la volumetría. La propuesta, firmada por Carlos Valls Arquitectura y AAAR Arquitectes, se beneficia de unos gálibos urbanísticos que permiten una superficie mayor que los requerimientos de programa. Esto ha permitido a los responsables del proyecto reflexionar sobre reorganización espacial en agrupaciones funcionales, identidad de las partes, visualizaciones del conjunto, orientación espacial del usuario en edificios públicos, etc.
© Eugeni Pons
Las premisas definitorias del proyecto han sido las siguientes:
- Aunque el edificio tiene fachadas a dos calles paralelas, se decide hacer un único acceso por la calle principal por motivos de visibilidad. Esto permite un juego de escalas, acorde con la calle a la que sirve.
- El área asistencial requiere para su buen funcionamiento una gran compacidad. La volumetría que lo permite es el volumen ubicado en la calle secundaria.
- La diferencia entre el gálibo y el programa permite crear un vacío en las plantas inferiores del edificio de la calle Alhambra y utilizar las plantas restantes para la parte del programa no asistencial.
A partir de estas decisiones de proyecto, la formalización se trabaja desde los parámetros de la vivencia del usuario y la funcionalidad programática. Se crea un gran pórtico en el lugar de acceso del centro en la calle Alhambra, de una dimensión acorde a su identificación como edificio público desde la distancia al gozar de una perspectiva de gran alcance, pues enfrente se encuentran los Jardines Francesc Macià.
La planta baja, en su tramo que une los dos volúmenes de las dos calles, se estira, hacia el pórtico citado, para materializar la cancela de acceso al edificio. Para ofrecer una diferenciación clara con las fachadas vecinas, en cuestiones espaciales y compositivas, se ha escogido un tipo de cerramiento radical en su formalización, color, textura y elementos de protección solar.
Esta composición se utiliza también en la fachada interior del volumen de la calle Biosca, de modo que se crea un vínculo visual, en el que la comprensión subconsciente del usuario que entra en el centro hace que asuma que los diferentes volúmenes constituyen una unidad. Así pues, mediante este tratamiento epidérmico se logra la comprensión de que todas las volumetrías forman parte de un mismo conjunto.
La planta baja es nexo de unión del programa asistencial en el edifico de la calle Bacardí y el programa de otros servicios en el edificio de la calle Alhambra. Una vez el usuario ha entrado en el edificio, esta planta baja se distribuye de forma que las circulaciones tengan recorrido amplio y amable, propiciando mediante un muro cortina transparente que esté en contacto visual con la zona exterior, ajardinada en una futura zona arbórea, del interior de manzana.
Se ha escogido un tipo de cerramiento radical en su formalización, color, textura y elementos de protección solar
