Los centros asistenciales deben contar con suelos que cumplan una serie de requisitos funcionales, si bien esta funcionalidad no debe afectar a su apariencia, que debe ofrecer un aspecto lo más acogedor posible. Así opina Altro, fabricante de suelos antideslizantes que trabaja en estrecha colaboración con arquitectos para un correcto diseño de entornos asistenciales y sanitarios.
Cuando estamos enfermos, no nos gusta tener que convivir en el típico ambiente clínico de un centro hospitalario o residencia. Por eso, muchos hoy resaltan la importancia de que, para lograr una correcta recuperación, los residentes de dichos centros deben sentirse a gusto. Por eso, existe una clara tendencia a crear espacios cada vez más acogedores, y para ello resulta esencial entender los principios que deben seguirse para su correcto diseño.
El color y la salud
Si se analiza el uso del color en el mundo de la atención sanitaria y de los mayores, es evidente que en los últimos años se ha optado por crear ambientes que de sensación de ser segundos hogares. En ellos, se emplean tonos cálidos y se evitan de forma deliberada los colores fríos, más asociados a los antiguos ambientes clínicos. También se ha producido un importante desarrollo en el diseño de producto. Gracias a esto, los arquitectos responsables de este tipo de proyectos disponen actualmente de una amplia paleta de colores y diseños donde elegir.
“Algunos residentes padecen problemas de salud o tienen necesidades especiales, pero mejorar su calidad de vida y brindarles la oportunidad de desenvolverse con la máxima autonomía posible son elementos que cobran hoy cada vez más importancia. Si bien elegir un suelo antideslizante permite reducir la probabilidad de caída a una entre un millón durante toda la vida útil del suelo, el aspecto del suelo es también un elemento fundamental a la hora de determinar qué pavimento se debe instalar”, ha afirmado Carlos Sánchez, nuevo responsable de Ventas de Altro para España.
Del color al contraste
Los problemas visuales debidos a la edad también pueden hacer que una mala iluminación —en una sala pasillo o habitación— o bien la instalación de un suelo no adecuado, supongan un riesgo para los residentes. Por ello, Altro recomienda que, además de elegir el color adecuado para cada suelo, se tenga en cuenta dónde ubicar los puntos de luz y que se instalen correctamente las sujeciones y otros elementos de seguridad en zonas clave. Estas medidas, junto a una limpieza adecuada, ayuden a reducir los riesgos de caídas.
Un ejemplo delicado es la utilización del contraste de colores: incorporar colores diferentes entre suelos, paredes, escaleras y umbrales de las puertas puede, en ocasiones, crear confusión en personas con problemas de visión incluso llegar a provocar lesiones por caídas.
Como explica Carlos Sánchez, “para que el contraste cumpla su función correctamente, debe haber una diferencia de al menos treinta puntos en el valor de reflectancia de la luz entre suelos y paredes. De hecho, no es tan importante el color elegido en sí, como la forma en que la superficie del suelo refleja la luz. Éste es el factor más importante para que una persona pueda distinguir las distintas superficies. Para asegurar un correcto contraste o la uniformidad de una superficie, resulta necesario analizar las superficies en escala de grises. Sorprendentemente haciéndolo así, algunos tonos que en un tipo de luz parecen completamente distintos, en otros se asemejan bastante”.
El color ayuda a orientarse
Para mejorar la autonomía de los residentes, reducir el estrés y ayudar a personas que padecen demencia o problemas de visión, es importante contar con una buena señalización. Así, pueden emplearse distintos colores para facilitar la orientación, fomentar la memoria o crear una conexión con el centro, además de otras señales visuales como cuadros.
“De hecho, los cuadros pueden tener efectos terapéuticos ya que pueden fomentar la memoria, ayudar a crear un ambiente acogedor y facilitar la orientación”, ha puntualizado Sánchez.
La guía de diseño Altro para centros asistenciales ofrece indicaciones y consejos como usar suelos y paredes complementarios que creen sensación de tranquilidad y ofrezcan una apariencia acogedora o emplear suelos mates sin brillo que eviten dar la impresión de que hay riesgos donde no los hay.
