El estudio Byko, ha sido el encargado de la reforma integral de las habitaciones del hotel Kaktus Playa, situado en la comarca del Maresme. El objetivo principal ha sido dotar a las estancias de un estilo urbano y actual buscando el máximo confort para sus huéspedes, utilizando HI-Macs para la totalidad del mobiliario y un revestimiento mural retroiluminado protagonista de los interiores.
Situado en Calella de Mar, en plena costa catalana, el hotel ha modernizado sus habitaciones para garantizar una estancia más cálida y reconfortante para sus huéspedes. En la actualidad dispone de 226 habitaciones, y cuenta con servicios como Spa, piscina climatizada, restaurante o beach club.
El diseño de las habitaciones está inspirado en el Mediterráneo. Para ello, se han utilizado tonos claros que proporcionen amplitud y luminosidad —aportando especial importancia a los grandes ventanales de las habitaciones—. Además, los arquitectos han optado por la piedra acrílica HI-MACS para la realización de gran parte del mobiliario.
La distribución y el estilo de las habitaciones supuso todo un reto para el equipo de arquitectos y diseñadores, ya que tenían que crear espacios estándares, modernos y que no quedaran obsoletos con el paso del tiempo. “Hemos priorizado un diseño que apueste por la amplitud visual interior, la funcionalidad y la sensación de comodidad que todos sentimos al llegar a casa”, ha afirmado Ismael Fernández, aparejador y CEO de Byko.
Gran cabecero y baño descubierto
Para conseguir el bienestar de los huéspedes, se buscaba un diseño donde priman las superficies suaves y continuas, colores claros y muebles minimalistas que generasen la sensación de un espacio más amplio. El cabecero, que ha sido realizado mediante la superposición de varios paneles realizados en HI-MACS, evocando el oleaje del mar, se ha convertido en protagonista indiscutible en algunas habitaciones.
Buscando la máxima amplitud en la habitación se decidió crear un espacio diáfano en el que el cuarto de baño estuviera incluido en la habitación. Con este objetivo, se ha diseñado un lavabo encastrado a la encimera y suspendido en el aire que siguiese la línea de amplitud para todas las habitaciones. Buscando mantener la intimidad de los huéspedes, tanto la ducha como el cuarto de baño, se encuentran en un espacio cerrado con puertas de cristal opacas, pero que queda totalmente integrado con el resto de la habitación.
