La parcela, con una superficie aproximada de 5.000 m2, presenta una condición topográfica en pendiente hacia el sur. Uno de los condicionantes del proyecto es la gran escala del edificio para un entorno rural, así como su situación en las afueras del núcleo urbano en un entorno escasamente urbanizado. El objetivo de AGiarchitects ha sido minimizar el impacto paisajístico de la nueva construcción en su contexto geográfico y maximizar las referencias a las viviendas tradicionales de la zona con un lenguaje contemporáneo.
El edificio se va adaptando a la topografía en pendiente del solar con escalonamientos de sus volúmenes que permiten, gracias a su distribución en forma de peine, la mejor integración en el paisaje de la Sierra de Cameros.
Se plantea un volumen fragmentado, de forma que la percepción del edificio sea la de un conjunto con piezas agrupadas de menor escala. Se propone también un basamento en piedra en contacto con el terreno, que además se mimetiza con el entorno mediante cubiertas vegetales y jardines. Sobre este basamento se apoya un conjunto de piezas o pabellones de cubierta a dos aguas terminadas en teja cerámica, como se ha hecho tradicionalmente en los pueblos de la comarca.
La combinación de estas estrategias con la aplicación de materiales autóctonos y sostenibles, que serán los tradicionales de la zona, consigue minimizar el impacto ambiental y una buena integración del proyecto en su contexto geográfico.
Arquitectura centrada en las personas: 7 estrategias clave para su bienestar físico y psicológico
- Integración armónica en el entorno natural: El emplazamiento en una pendiente orientada al sur ha influido en la fragmentación del edificio, generando una escala más reducida. Además, se ha creado una distribución en peine que facilita la conexión fluida entre las diferentes áreas del proyecto.
- Fusión con la naturaleza: No solo se busca adaptar el edificio al paisaje, sino también integrar la naturaleza en su interior. Mediante la incorporación de jardines entre los pabellones, se fomenta la vida comunitaria y se utiliza una vegetación autóctona de la sierra Cebollera.
- Espacios para la interacción social: La sorpresa, el azar y la casualidad mejoran la calidad de vida, y por ello, se han diseñado áreas que propician encuentros e interacciones fortuitas entre los residentes.
- Arquitectura que favorece el bienestar psicológico incrementando el poder de elección de sus habitantes: Se reconoce la importancia de preservar la independencia y autonomía de los residentes sobre su estilo de vida, cuidados y entorno habitacional.
- Identidad y arraigo: Se recogen elementos de la arquitectura del lugar, familiar para las personas residentes, que en su mayoría serán locales, para así crear un entorno conectado con la memoria colectiva de los residentes locales. Elementos como bases de piedra y cubiertas a dos aguas refuerzan la sensación de pertenencia.
- Accesibilidad universal: Es un factor clave en cualquier diseño arquitectónico y con más razón aquí: los espacios deben ser accesibles para todas las personas.
- Aprovechamiento de recursos pasivos: En el proyecto también han tenido presente diferentes estrategias de acondicionamiento pasivo, optimizando los recursos naturales disponibles.
