FAR Arquitectos (Rocío Acedo y Francisco Arévalo) ha llevado a cabo este proyecto de piscina y reacondicionamiento de terraza que nace de la ambición de alcanzar el cielo de la sierra y el suelo del jardín. Con una superficie de 175 m2 y ubicado en Segovia, consiste en una actuación de contrastes:
- Lo tectónico se resume en un elemento clave y reversible que, con sus dos caras, se transforma de terraza a porche; cuatro apoyos y un plano de madera.
- Lo estereotómico nace de la planta baja que se extiende hacia el jardín en forma de plataforma tallada llena de césped y agua.
La parcela presenta una pendiente continua y no demasiado pronunciada hacia oeste. Debido a esta topografía, la planta baja de la vivienda existente se convierte en planta primera en la parte posterior de la parcela. Las mejores vistas coinciden con esta orientación.
Con estas premisas se “abre” la casa hacia el oeste, se prolonga la pieza principal de la vivienda con una terraza de dimensiones generosas. Una plataforma horizontal que “acaricia y acerca” la línea del horizonte al corazón de la casa.
Con la vista se tiene “acceso” al cielo, las nubes y las estrellas. Se disfruta de la brisa que susurran las copas de los árboles.
Esta pieza tectónica se convierte en la cota inferior en un elemento de protección solar, una marquesina formada por tablones de madera que filtran la luz de sur.
La disposición de estas tablas de madera deja pasar los rayos solares formando sombras que se transforman y mueven junto con el sol a lo largo del día. Un pequeño homenaje a la sabia arquitectura rural de la zona que recuerda aquellos humildes sombrajos de cañizo y paja tan característicos de los pueblos del interior de la meseta castellana.
Esta marquesina protege parte de la plataforma inferior pétrea, estereotómica. Un zócalo horizontal que se extiende con la vista hacia poniente.
Un plano de sol y sombra en el mismo espacio. Verano e invierno a lo largo del año se cruzan como la luz y la sombra a lo largo del día.