Zdenka Lara cuenta con una larga trayectoria, de más de 15 años, en el mundo del interiorismo. Primero abrió un estudio especializado en la reforma, construcción e interiorismo de hoteles boutique, restaurantes, oficinas y espacios públicos en general, que más tarde evolucionó y para especializarse en interiorismo para hoteles.
En 2020, tomando conciencia sobre la importancia de preservar el entorno, decide volcar su experiencia en ayudar a reducir el impacto medioambiental del sector hotelero. Así, junto a Carlos Fluixá, nace ECO-ONE, con el objetivo de ayudar a los hoteles en su camino hacia la sostenibilidad.
— ¿Nos podrías contar un poco sobre tu trayectoria y cuáles han sido los proyectos más importantes en los que has trabajado?
Comencé mi trayectoria profesional dedicándome a la reforma de hogares, pero durante la crisis del 2007 y viendo cómo el mercado Home se estaba viendo impactado, decidí reorientarme y descubrí un hueco en el mercado muy interesante: la reforma de hoteles boutique. Hoteles en edificios emblemáticos, muy bien ubicados en las ciudades y con historia, edificios donde la propiedad normalmente te permite hacer espacios muy creativos y acogedores para sus clientes. A esto se sumó a mi experiencia personal en la que veía que todos los hoteles, en general, eran muy iguales, con poca personalidad y hechos con poco cariño. Así, viramos nuestra estrategia comercial a hacer hoteles boutiques bajo la premisa de “la creatividad es rentable”. Ya son más de 11 años trabajando en este segmento y hemos hecho hoteles muy representativos en edificios emblemáticos de Valencia o Alicante y también hemos traspasado fronteras y hemos trabajado en la parte creativa de un hotel en Marrakech.
Para mí, cada trabajo es muy importante. Partimos de la base de que son proyectos donde sacamos la historia del edificio, nos encargamos de la parte de restauración y nos hemos encontrado con grandes sorpresas como algunos techos maravillosos, paredes, suelos hidráulicos, etc. Nuestro gran afán es combinar la historia de un edificio con el punto contemporáneo y ecléctico que tenemos como concepto estético. Todos los proyectos en los que he trabajado son muy especiales para mí ya que, además, han conseguido muy buenas críticas por parte de los clientes.
— ¿Por qué decidiste especializarte en diseño sostenible exclusivamente para hoteles?
Ha sido la continuidad natural de mi carrera. Primero mi gran reto fue, durante 10 años, hacer que los hoteles fueran más bonitos y creativos y luego, a raíz de la pandemia, llegué a la conclusión, con mi socio actual, Carlos Fluixá, que había que dar un paso más: los hoteles, además de ser bonitos y creativos, tienen que ser sostenibles. Así nació ECO-ONE. Es cierto que la pandemia nos hizo resetear y surgió una concienciación real, seria y útil porque el sector hotelero es muy contaminante y vimos que había un nicho de mercado muy interesante en el que teníamos que acompañar a los hoteles en su ruta hacia la sostenibilidad. Es un gran reto profesional ya que los hoteles están muy poco protegidos y un poco perdidos en esta materia y queríamos ayudarles y convertirnos en su departamento externo gratuito para que sean sostenibles. Es un tema estratégico muy interesante y que está teniendo mucho éxito. Nacimos con el COVID y en dos años estamos teniendo un recorrido y un crecimiento muy importante. El mercado ha acogido muy bien nuestro proyecto.
Los hoteles, además de ser bonitos y creativos, tienen que ser sostenibles. Así nació ECO-ONE.
— ¿Cómo se aborda un proyecto de interiorismo y decoración de hoteles desde un enfoque sostenible?
Son muchas las variantes y las posibilidades que ofrece el interiorismo sostenible. Para mí es primordial evitar que los hoteles, al renovarse, tiren las cosas que tenían antes, es decir, hay que dar una segunda oportunidad a los muebles, transformándolos, pintándolos, dándoles otra función, reubicándolos en otro espacio, pero siempre, evitar tirar.
Además, con esto se cubre una de las principales problemáticas de un hotel que es conseguir una renovación en la que no haya que invertir tanto en comprar tantas cosas nuevas. Pensando en lo que sí es necesario que renueven, porque está muy deteriorado, en ECO-ONE hemos creado la única central de compras donde todos nuestros proveedores cuentan con certificados en materia de sostenibilidad ya sean textiles, mobiliario, materiales, etc. Hoy afortunadamente el mercado ofrece muchas soluciones para que un hotel pueda renovarse y hacer un interiorismo en el que tanto la memoria de calidades, como su mobiliario restaurado o nuevo, los textiles, etc. sean creativos, bonitos y muy coherente con la sostenibilidad.
— ¿Cuáles son las tendencias actuales en interiorismo para hoteles?
No me gusta hablar de tendencias en general, lo que tengo claro es que la nuestra es conseguir un interiorismo sostenible basado en la atemporalidad; utilizar elementos que no pasen de moda ni que necesiten una renovación constante, usar buenos materiales que resistan bien y aguanten correctamente el paso del tiempo, y sobre todo, que creen ambientes que acojan y arropen al cliente y donde el cliente se pueda sentir como en casa. Otra tendencia clara es la iluminación muy estudiada, delicada y que, por supuesto, ahorre costes.
En definitiva, nuestras tendencias son crear ambientes cálidos, acogedores, atemporales que funcionen bien, sin estridencias, y donde haya una lógica que haga que el hotelero y el cliente se sientan a gusto.
— ¿Qué características son las más importantes desde tu punto de vista que debe tener un proyecto para poder definirse como «interiorismo sostenible»?
Un interiorismo sostenible es aquel que da una segunda vida al mobiliario, que reinterpreta las cosas que ya hay, saca y respeta la historia del edificio, que utiliza textiles sostenibles, productos reciclados y plantea una iluminación pensada en el ahorro.
— ¿Cómo se involucra al cliente en el proceso de diseño y decoración de un hotel sostenible?
Argumentando que la sostenibilidad es rentable. Demostrando que se puede tener un hotel sostenible, sin que le cueste más dinero que un hotel que no lo es (porque hay un gran prejuicio entre los hoteleros al pensar que todo lo que es sostenible es mucho más caro y eso no es así). Se puede ahorrar mucho dinero con un interiorismo sostenible bien planteado desde el principio. La comunicación con el cliente es fundamental; saber transmitir valores, demostrar, justificar y explicar al hotelero que merece la pena hacer desde el inicio estos proyectos de interiorismo sostenible, porque va a salir ganando el hotel. La sostenibilidad es un valor añadido que lo va a diferenciar de la competencia ya que, cada vez más, los clientes prefieren alojarse en un hotel sostenible y comprometido con el medioambiente.
Como en todo, hay hoteleros que ya llevan años trabajando en esta materia, pero otros empiezan ahora, por lo que hay que ir formándolos y concienciándoles de que un interiorismo sostenible para su alojamiento es positivo.
Hay un gran prejuicio entre los hoteleros al pensar que todo lo que es sostenible es mucho más caro y eso no es así.
— ¿Qué obstáculos te has encontrado al trabajar en proyectos de interiorismo sostenible?
Al principio, y aún hoy en día, hay hoteleros que creen que un interiorismo sostenible es más caro o consideran que no merece la pena. Con lo cual este es el primer obstáculo por saltar, aunque es verdad que cada vez son más los hoteleros que ya lo reconocen. El segundo obstáculo es que no siempre se puede acometer una intervención global y, a veces, conviven con mobiliario de plástico o de materiales no sostenibles, por lo que no se puede hablar de interiorismo 100% sostenible. A partir de ahí depende del nivel de compromiso del hotelero para que poco a poco vaya haciendo su ruta hacia la sostenibilidad y se vaya desprendiendo de esos elementos que no son sostenibles y cambiando por productos sostenibles que se integren en ese interiorismo.
— ¿Qué habilidades considera esenciales para un interiorista especializado en diseño sostenible para hoteles?
Creo que las mismas que un interiorista que no está especializado en sostenibilidad, pero con un plus de esfuerzo. La clave para ser un buen interiorista para hoteles es siempre la creatividad, ofrecer proyectos atractivos pero muy pensados en el cliente final. El interiorismo debe ofrecer soluciones a la logística y a las necesidades de explotación y de gestión del hotel, es decir, el interiorista debe asumir que cuando se trabaja en el mundo contract, debe tener la prudencia de que todo lo que plantee tenga un mantenimiento fácil y que no sea un problema para el hotelero.
El interiorista tiene que estar muy comprometido con el proyecto y plantear soluciones lógicas y creativas que faciliten la vida y la gestión del hotel y, además, en nuestro caso, que sean sostenibles, por lo que nos exige más esfuerzo en encontrar en el mercado todas estas soluciones que cumplan con las certificaciones en sostenibilidad. Debemos poner mucho sentido común y plantear cosas prácticas, pensar en el medio y largo plazo y ponernos siempre en la piel del cliente final. Cuando planteamos un trabajo debemos pensar no en lo que nos gustaría hacer, sino en las necesidades concretas del hotelero y de las del cliente final que va a hospedarse en ese hotel.
La clave para ser un buen interiorista para hoteles es siempre la creatividad, ofrecer proyectos atractivos pero muy pensados en el cliente final.
— ¿En qué proyectos te gustaría trabajar en un futuro?
Mi trabajo me apasiona, es pura pasión y me encantaría seguir haciendo hoteles sostenibles, tanto urbanos como de zonas de veraneo. Me encanta, también, el concepto de masías para restaurar. Las bodegas es otro mundo que me gustaría explorar. Están evolucionando, transformando e incluyendo en sus bodegas alojamientos y hoteles maravillosos en los que la sostenibilidad debe estar presente. Pero, de momento, mi interés se centra en llevar la sostenibilidad a todos los hoteles del ámbito nacional ya que nuestro país es un gran destino turístico y aún nos queda por avanzar en concienciación medioambiental.
— ¿Qué cambios esperas ver en el futuro del interiorismo sostenible para hoteles?
Simplemente que la sostenibilidad sea asumida como lo normal, no lo excepcional por parte tanto de hoteleros como del cliente final. Esperamos que la sostenibilidad se integre en el ADN de la sociedad y que no se conciba un interiorismo que no tenga en cuenta el respeto por el medio ambiente. La concienciación es el gran cambio que esperamos y desde empresas como ECO-ONE trabajamos para aportar nuestro granito de arena.
Nuestro objetivo es seguir haciendo buenos proyectos de interiorismo sostenible para que tengan efecto contagio y difusor y que, a través de la creación de buenos proyectos, seamos capaces de transmitir que un interiorismo sostenible, además de rentable, es necesario.