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Pasado y presente se dan la mano en unas singulares oficinas en La Pedrera de Gaudí

Borrós Interiorisme se ha encargado de la restauración, nuevo diseño interior y reconversión a oficinas de una planta y media del emblemático edificio Casa Milá – La Pedrera, obra de Antoni Gaudí.

Con un profundo respeto por la fascinante arquitectura de Gaudí, el proyecto de restauración del nuevo Workplace de la Fundació Catalunya La Pedrera ha requerido un minucioso trabajo que ha durado tres años. El encargo del proyecto era, sin perjuicio del patrimonio arquitectónico, ubicar las distintas zonas de trabajo de las áreas de actuación de la fundación en una misma planta del edificio, ocupando cuatro viviendas y, además ubicar las zonas comunes, office y espacio de reuniones informales y descanso en otra media planta.

El foco: respeto por los elementos originales

La puesta en valor de los elementos arquitectónicos originales que Gaudí y sus artesanos diseñaron para La Pedrera ha sido el foco de la reforma. El proyecto ha sido concebido desde la admiración por la arquitectura interior del edificio, restaurando y conservando elementos como los distintos suelos originales realizados en mármol, parquet e hidráulicos. También se ha devuelto el esplendor a los techos de escayola, que en su día fueron creados por Josep Maria Jujol, retirando todas las instalaciones de reformas anteriores que los desmerecían.

¿Es posible hacer compatible el dinamismo de la actividad laboral actual en un escenario tan emblemático concebido a principios del siglo pasado? La respuesta es rotundamente sí, se ha respetado el patrimonio gracias a un exquisito trabajo de restauración y de interiorismo, donde nada resta protagonismo a la imponente arquitectura interior, al contrario, todo nuevo elemento la ensalza.

Un destacable trabajo lumínico

Borrós ha realizado un destacable trabajo lumínico. Se ha combinado la iluminación técnica -que desde las paredes potencia las formas orgánicas de los falsos techos- con iluminación decorativa, que aporta gran calidez y luz ambiental en la zona de trabajo.

Para gestionar la entrada de la luz natural y enfatizar cierta sensación de hogar y menos oficina han sido buenas aliadas grandes cortinas de tejido traslúcido, que tamizan la luz y aportan elegancia y calidez.

Perfecto encuentro entre pasado y presente

En la búsqueda de armonía pasado-presente se ha optado por la mínima intervención, con una paleta cromática de tonos neutros que resaltan la belleza de los elementos originales. Gracias a la incorporación tanto de mobiliario como de luminarias de corte contemporáneo se genera un ambiente muy relajado, que contrasta con la monumentalidad del espacio.


El mobiliario de oficina es monocolor. Se premia su modularidad y estandarización, ya que facilita tanto los eventuales cambios organizativos de la fundación, como la movilidad de elementos para adaptarlos a distintas necesidades.

Los baños se adaptan al estilo modernista del edificio, con materiales neutros de cerámica y complementos de latón.


Para la zona de office y de descanso, se ha diseñado un pavimento vinílico hecho a medida que recuerda al pavimento original, hoy inexistente, de los famosos hexágonos que Gaudí diseñó para La Pedrera y que se pueden encontrar actualmente en una versión de exterior en el Paseo de Gracia.

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