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El lenguaje de las flores: dime qué sentimiento quieres transmitir y te diré qué flor debes regalar en San Valentín

En los países occidentales, San Valentín es una fecha para celebrar el amor y la amistad, donde la naturaleza cobra especial protagonismo. Una tradición cuyo origen se remonta a la época romana. En concreto, fue el sacerdote Valentín quien en el siglo III comenzó a celebrar matrimonios secretos, a pesar de estar penado con la muerte. Al ser descubierto, fue encarcelado y, durante su cautiverio, se enamoró de una joven. Sin embargo, esta relación no pudo llevarse a cabo, ya que el sacerdote fue condenado a muerte. Entristecida, cuenta la historia que la joven plantó un almendro al lado de la tumba de su amado que floreció con rosas, naciendo así la costumbre de regalar rosas rojas.

Desde entonces, el 14 de febrero es uno de los días que más especies vegetales se venden en España. Según la Asociacion Española de Floristas (AEFI), se estima que entre el 30 o 40% de los compradores se decantan por regalar flores en San Valentín. En concreto, más del 80% de las personas que deciden regalar flores o plantas el día de los enamorados seleccionan rosas. Una manera de expresar sentimientos y emociones a través de flores o composiciones florales.

La rosa es sin duda la flor más característica de San Valentín.
¿Qué expresamos realmente cuando decidimos regalarla? Símbolo del amor pasional, la sensualidad y la elegancia, su forma dicotómica -por su flor bella y delicada, pero a la vez destaca también su tronco espinoso- representa la fragilidad del amor, que puede ser hermoso y, al mismo tiempo, delicado.

Dependiendo de su tonalidad, podemos expresar diferentes sentimientos a las personas que queremos:

  • Si es de color rojo, representa el amor pasional;
  • las rosas amarillas están relacionadas con la amistad, alegría o los buenos deseos;
  • la blanca representa la pureza y la virtud;
  • y la rosa de color rosa se asocia a la gratitud y el cariño.

Pero, ¿sabemos qué expresamos cuando entregamos estas especies en San Valentín? El experto en paisajismo, Fernando Pozuelo, ha identificado una selección de especies que -más allá de las rosas- debemos tener en cuenta por su simbolismo a la hora de transmitir sentimientos:

  • El deseo, la sensualidad femenina y la fertilidad que evoca la Orquídea.
    Una flor que cuenta con más de 25.000 especies identificadas, de diversos tamaños y tonalidades. Dependiendo de la tonalidad que adquiere, adopta diversos significados que podemos tomar, según el sentimiento que queramos transmitir. Así, la Orquídea blanca expresa pureza; la roja, deseo; la violeta, sabiduría y prudencia; la azul, paz y armonía; la rosa, amor y cariño; y la amarilla, erotismo.
  • La pureza y ternura con la tradicional Margarita.
    Ya desde la Edad Media se asociaba la Margarita a la esperanza y optimismo. Esta planta tradicional del amor -y del desamor- representa también la inocencia. Su fragilidad y ternura consigue transportarnos al amor más puro y a momentos de la infancia, donde se jugaba a despojar los pétalos en el típico juego de niños ‘me quiere o no me quiere’.
  • La vida, representada en el Lirio.
    Cuenta con una simbología antigua, ya que en la mitología griega ya se hablaba del Lirio como símbolo de vida y pureza -pues crece cerca de lagos y estanques-. Planta relacionada con la realeza por su diferentes representaciones como la ‘Flor de lis’ en la monarquía francesa, está asociada a la elegancia. Por ello, es también una de las plantas más comunes empleadas en la decoración floral de bodas.
  • Amor sincero con el Tulipán.
    Destaca por su sencillez y su efimeridad. Al igual que la rosa, dependiendo de su coloración guarda un significado u otro. Así, los Tulipanes blancos están asociados a la pureza y la paz; el morado significa lealtad; el naranja, energía y felicidad; y el azul oscuro, paz y tranquilidad.
  • Regalar composiciones paisajísticas por San Valentín.
    Las plantas de interior, contribuyen a la mejora de la vida en pareja ya que aportan beneficios para nuestra salud mental y física. Opciones como la Costilla de Adán o Monstera deliciosa, son plantas decorativas de interior fáciles de cuidar que dan ese punto verde en nuestros hogares.

El lenguaje de las flores, llamado floriografía, es una tradición ancestral que demuestra, una vez más, la relación del ser humano con la naturaleza. Tenemos la posibilidad de recurrir a la belleza de las especies naturales para poder expresar nuestros sentimientos y emociones”, detalla Fernando Pozuelo.

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