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Rehabilitaciones, sí: integrales y bajo estándares responsables

Desde la Plataforma de Edificación Passivhaus, hacen un llamamiento a autoridades, técnicos y usuarios para que seamos responsables en un momento clave para España en el que hay que apostar por rehabilitaciones exigentes y ambiciosas. Solo de esta forma, conseguiremos tener un parque inmobiliario respetuoso con nuestro planeta.

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Con un parque edificatorio de más de 40 años de antigüedad de media —responsable de más de una tercera parte de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera—, España se había propuesto como principal reto, antes de la pandemia, la rehabilitación y una mejora de la eficiencia energética de todo tipo de inmuebles, sobre todo de las viviendas. Al llegar la crisis sanitaria, Bruselas incidió en la necesidad de crear fondos europeos destinados a transformar la economía y sus sectores hacia modelos más sostenibles y, en este contexto, el sector inmobiliario tiene un papel muy destacado. Por ello, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que aprobó el Gobierno español en 2021, con el beneplácito de la Comisión Europea, cifra en 6.820 millones de euros la partida destinada al Programa de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana, la segunda más elevada de todo el proyecto nacional.

Así, se hace más necesario que nunca acometer proyectos ambiciosos, por eso, una de las mejores soluciones es rehabilitar bajo el estándar Passivhaus, uno de los más exigentes del mundo en construcción energéticamente eficiente, y que supone un ahorro energético de hasta el 90% en comparación con un edificio convencional. Este modelo de construcción aporta grandes ventajas, independientemente del tamaño, uso o complejidad de los edificios, y puede ayudar a resolver los grandes retos que afrontan nuestras ciudades.

Con visos de abordar estos retos, deben primar las rehabilitaciones integrales de edificios en vez de acometer reformas individuales en cada vivienda particular, cosa que se está haciendo en la mayoría de los casos y que no permite atajar el problema. De hecho, conscientes de la importancia de esto, del presupuesto total del programa de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana están destinados 1.994 millones para la rehabilitación integral de edificios.

Es mucho más eficaz llevar a cabo rehabilitaciones que en la fase del proyecto prioricen medidas pasivas como son el aislamiento continuo en toda la envolvente del edificio, así como el cambio de carpinterías con vidrios de altas prestaciones, la mejora de la hermeticidad para impedir pérdidas energéticas por filtraciones de aire no deseadas, además de instalar sistemas de ventilación adecuados que eviten perder la energía que hemos utilizado para la climatización interior, mediante la recuperación de calor del aire que se renueva. Este sistema renueva continuamente el aire interior mediante un intercambiador que cruza el aire que entra del exterior, frío en invierno, con el que sale (a una temperatura de 20⁰C – 22⁰C) y se atempera sin necesidad de sistema de calefacción. Este sistema trabaja de la forma inversa en verano, cuando la temperatura exterior es superior a los 25⁰C, haciendo que el aire entre a menor temperatura de la que se encuentra.

Por su parte, una rehabilitación energética integral no necesariamente tiene que ser acometida de una sola vez. Por ello, el estándar Passivhaus también contempla una modalidad de rehabilitación paso a paso en la que se elabora un proyecto de rehabilitación integral que puede ser desarrollado por fases, en las que se establezcan los plazos para realizar cada actuación estudiando su impacto en la mejora de la eficiencia energética y el coste económico, así como su amortización, de tal forma que se asegura la ejecución de aquello que es técnicamente viable y económicamente amortizable, evitando posibles patologías provocadas por rehabilitaciones parciales.

En cualquier caso, y ante el aluvión de solicitudes de fondos para proyectos que pueden no responder a las exigencias de estándares altamente exigentes, hay que tener en cuenta que Passivhaus no es una marca registrada ni comercial pero sí está claramente definida, con su propia metodología y prestaciones a cumplir, e implica unos requisitos perfectamente estructurados. La certificación por parte de un certificador autorizado es el único mecanismo de garantía de calidad que asegura que tales requisitos se cumplen y solo así podremos hablar de un edificio realmente bajo estándar Passivhaus.

«Del presupuesto total del programa de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana, están destinados 1.994 millones para la rehabilitación integral de edificios»

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