Firmada por el arquitecto Jaime Sepulcre Bernad, la idea de esta casa busca fusionar la tipología de la casa patio mediterránea con la arquitectura local tradicional de la casa rural ilicitana, que se caracteriza singularmente por el uso del porche orientado al sur.
© David Frutos
En base a la fusión de ambos elementos, la vivienda encuentra su forma enroscándose en torno a un espacio central que el estudio ha denominado «patioporche». Los espacios interiores abrazan a un espacio exterior íntimo, protegido y cubierto, a la vez que abierto al cielo, acotándose una especie de “yin yang de sol y de sombra”. Y, además de envolver a ese “exterior interiorizado”, la vivienda también se abre y se proyecta hacia el sur, donde están la piscina y el jardín.
El vestíbulo de esta casa es un espacio de llegada que te proyecta súbitamente al exterior, al patioporche. Llegando a tenerse la sensación de que se entra a un exterior. Desde el vestíbulo se tiene una visión amplia y completa de toda la casa y, desde él, se transita de una manera muy natural y fluida hacia ambos lados, para acceder al brazo común o para ir al brazo de los espacios más privados.
Este proyecto refleja la filosofía de Jaime Sepulcre de trabajar para llegar junto a sus clientes a propuestas innovadoras e inspiradoras. En este sentido, la firma elabora todos sus proyectos arquitectónicos desde un pensamiento abierto y desde su propia materia prima, que son la potencialidad del lugar, la potencialidad del cliente (habitante – usuario) y su propio potencial creativo y técnico.
El vestíbulo de esta casa es un espacio de llegada que te proyecta súbitamente al exterior, al patioporche
