La interiorista Laia Ubia apuesta por el uso de materiales nobles y naturales combinados con tonalidades neutras que obtienen espacios de líneas rectas y acabados perfectos. LaiaUbia Studio crea espacios armónicos, trabajando la luz para aprovechar siempre al máximo la natural y conseguir espacios limpios y acogedores. Y es que el leitmotiv del estudio es “less is more”: la esencia de donde emana la estética moderna de la interiorista.
Su último trabajo ha sido esta vivienda unifamiliar entre medianeras en la que se ha respetado y resaltado al máximo las texturas y materiales existentes. Además, se ha potenciado la pared medianera de ladrillo visto, se han reubicado y aprovechado las puertas existentes y se han mantenido la escalera y vigas de madera existentes. Se ha llevado a cabo la creación de lucernarios, en la cocina y la escalera para potenciar al máximo la entrada de luz natural.
Se trata de una vivienda de 120 m2 distribuida en dos plantas: entrada, estudio, baño, sala de estar y cocina comedor, con una salida al exterior de 80 m2. En la primera planta, nos encontramos con zona de noche con un baño completo, habitación principal, habitación doble y espacio de lavandería/estudio… abierto a la luz de la escalera.
En lo que se refiere a los pavimentos, en la planta baja se ha optado por suelo de hormigón fratasado, tanto para el interior como para la zona exterior de la terraza. En la primera planta se ha elegido suelo de parqué laminado, de EGGER, acabado madera color roble natural en todo el piso, excepto el baño con un porcelánico de CERIM modelo Maps color Grey de 120×60.
Con respecto a los revestimientos, en la planta baja el estudio ha repicado y limpiado de yeso la pared existente de ladrillo manual. Se ha dejado vista potenciándola con la luz rasante de las lámparas colocadas arrítmicamente según la distribución del mobiliario y los espacios. Para el resto de estancias se ha optado por las paredes pintadas blancas, siguiendo el mismo criterio de potenciar la luz natural y dar la mayor luminosidad a los espacios y en los baños combinando el mismo porcelánico del suelo y en una de las paredes unos hidráulicos hexagonales de Mosaico del sur, diseñados a medida en el color. Para las paredes de la habitación doble infantil se ha pintado un zócalo inferior con un tono de verde.
Por su parte, el estudio se ha decantado por carpinterías exteriores de aluminio color antracita. La halconera que da a la terraza tiene una apertura tipo acordeón que permite abrir completamente el espacio de la cocina y comedor al exterior. Todas las puertas interiores son lacadas blancas, hechas a medida por el carpintero de la obra excepto por la del estudio en planta baja. Se han recuperado unas existentes, pintándolas de blanco y cambiando el cristal por uno estriado que permite el paso de la luz pero da la intimidad necesaria para el uso de la habitación.
La cocina, diseñada a medida, combina a la perfección los materiales existentes (paredes de ladrillo manual) con el mobiliario de la cocina (combinando el blanco lacado con madera de roble natural), así como el aprovechamiento máximo de los espacios, creando el almacenaje deseado. El punto principal de la cocina es el lucernario que se ha creado de toda la anchura del espacio, así como el cerramiento exterior.
La halconera que da a la terraza tiene una apertura tipo acordeón que permite abrir completamente el espacio de la cocina y comedor al exterior
