Esta vivienda, situada en un primer piso en el barrio de Ríos Rosas en Madrid, preservaba la distribución original caracterizada por la fragmentación de los espacios, dispuestos en torno a un patio interior y conectados mediante largos y oscuros pasillos. El objetivo de la intervención, a cargo de MINIMO, consistió en crear un espacio fluido, que fuese en búsqueda de luz y ampliase la mirada en el interior de la vivienda.
© Davit Ruiz 
Todo el proyecto se articula mediante un mismo gesto: el deslizamiento entre los muebles servidores paralelos que dan acceso a las diferentes estancias, eliminando los pasillos y convirtiendo la vivienda en una sucesión de espacios abiertos. Las puertas pivotantes, situadas en los extremos de los muebles, acentúan la fluidez del espacio al permitir dibujar con mas claridad los límites de las piezas que organizan la vivienda.
El tránsito entre el acceso a la vivienda y el estar principal, situados en extremos opuestos, se resuelve a través de una iluminación indirecta entre lamas de madera y la alternancia de tres tipos de pavimentos: madera de roble, mármol Marquina y mármol Macael. Estos elementos se disponen en franjas perpendiculares a los muebles servidores, gesto que continuará en todo el proyecto, dibujando en el suelo y techo los limites entre las diferentes estancias de la casa.
Gracias a la disposición deslizada de los muebles, que aprovecha la conformación alargada de la vivienda, entre la calle y el interior se generan visuales longitudinales que permiten ganar luminosidad y mantener un contacto continuo con el exterior.
La articulación del espacio mediante el deslizamiento entre los muebles servidores convierte la vivienda en una secuencia de estancias abiertas y orientadas hacia la luz.
La articulación del espacio mediante el deslizamiento entre los muebles servidores convierte la vivienda en una secuencia de estancias abiertas y orientadas hacia la luz
