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De la ciudad al bosque, todos a la mesa con Aima Estudio

En Rivas-Vaciamadrid se encuentra el restaurante “Senda de Omaña”, un espacio nuevo, único y acogedor diseñado por Aima Estudio. La interiorista Ana Padilla propuso a los propietarios contar su historia a través del diseño y del propio restaurante, compartiendo su amor por la naturaleza, el senderismo, la montaña y, por supuesto, ellos quisieron hacer mención especial a su lugar de origen, Omaña en León. Colaboraron en la imagen de marca, el diseño gráfico y realizaron el diseño del local al completo desde el concepto hasta la decoración.

En este espacio se ha recreado un trocito de la naturaleza de la montaña en la ciudad. Es un homenaje a los paisajes montañosos y los refugios, buscando recrear la sensación del paseo por la senda de la montaña.

Se ha usado la paleta de colores presentes en la naturaleza en las diferentes estaciones y materiales de origen natural y sostenibles, de procedencia local y nacional. Los colores elegidos van desde los pardos, ocres, marrones, grises de piedras, troncos y ramas hasta los verdes de las plantas y árboles. Los materiales de origen natural empleados son maderas, piedras, tableros OSB (tableros de virutas conglomerados), diferentes cerámicos en suelo y paredes, mortero de cal, textiles, vegetación natural, vegetación natural liofilizada e, incluso, troncos de árboles procedentes de tala sostenible.

La vegetación es parte principal y protagonista del proyecto estando presente en diferentes formas y lugares del local. En primer lugar, y con protagonismo especial, se encuentran los troncos de árbol que se instalaron cubriendo todas las grandes ventanas del local por su parte interior. Estos troncos protegen al local del soleamiento, favoreciendo las sombras en horas centrales y a la vez ayudan a recrear el efecto de “bosque” al estar rodeado de árboles todo el local en las zonas donde conecta con el exterior. De este modo, parece que estás viendo los troncos de los árboles de la montaña desde tu refugio. Estos troncos de árboles proceden de podas sostenibles, siendo en realidad ramas podadas de árboles. Las ramas fueron recogidas en una plantación de árboles en Segovia, en la cual podan las ramas de árboles destinados a la industria maderera, siendo ramas destinadas a compost o leña.

Otra muestra de vegetación es el gran jardín vertical que se encuentra en una pared, tratándose de un jardín de musgos naturales liofilizados. Este jardín está cubierto parcialmente de nuevo con las ramas al igual que en las ventanas. Y también en ciertos puntos del local se pueden ver plantas y arbustos naturales, junto a las ventanas.

La mitad de la sala se encuentra cubierta por una estructura de madera en forma de pérgola con los faldones inclinados, como si de un refugio de montaña se tratara creando un espacio más acogedor. Bajo dicha pérgola se sitúa la barra y zona de mesas altas, al resguardo del refugio. La zona de barra y otras zonas del local cuentan con un juego de diferentes azulejos cerámicos en collage todos dentro de la paleta de colores naturales usados.

El solado también de material cerámico se eligió por sus tonos acorde con la paleta elegida en tonos ocres de la naturaleza, su divertido dibujo geométrico y la inclusión del efecto de piedras en el suelo.

El mobiliario escogido es en su totalidad en materiales de madera y textiles de origen natural. Muchas de las piezas han sido diseñadas y personalizadas por el estudio para este proyecto exclusivamente. Se han empleado materiales de origen natural como maderas y textiles de origen natural, y en tonos naturales, en la gama de ocres, pardos, tierras, grises, y verdes, acorde con el resto del proyecto, y de forma que fuera mobiliario siempre cómodo y funcional.

La mitad de la sala se encuentra cubierta por una estructura de madera en forma de pérgola con los faldones inclinados, como si de un refugio de montaña se tratase

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La iluminación se realizó en parte con iluminación indirecta con leds ocultos y apliques en algunos puntos, y con iluminación puntual mediante los focos de techo y lámparas colgantes decorativas. Se cuidó la iluminación de forma que la luz fuera tenue y cálida para ayudar a crear un ambiente acogedor. Las lámparas se seleccionaron en materiales de origen natural, siendo principalmente de madera e incluso confeccionada con ramas para potenciar la imagen en conjunto de conexión con la naturaleza. Se eligieron luminarias de leds de bajo consumo para seguir con los principios de sostenibilidad del proyecto.

Como último detalle decorativo se incorporan elementos figurativos de animales de montaña en algunas paredes, siendo algunos realizados en bastidores realizando formas geométricas y otros en papeles pintados. De este modo, se hace presente también la fauna de las montañas, terminando de evocar así la fauna y flora de la montaña en la Senda de Omaña.

El solado también de material cerámico se eligió por sus tonos acorde con la paleta elegida en tonos ocres de la naturaleza, su divertido dibujo geométrico y la inclusión del efecto de piedras en el suelo

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