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elii [oficina de arquitectura]: «Los espacios transformables te permiten ensayar tu modo de vida»

De la arquitectura efímera a la construcción industrial, pasando por el urbanismo, el diseño de exposiciones y escenografías, los espacios domésticos, las oficinas o la rehabilitación, elii [oficina de arquitectura] se mueve como pez en el agua sea cual sea el encargo que aterrice en su mesa de trabajo. Sus proyectos son sinónimo de flexibilidad, interacción, estrategia y experiencias, concibiendo las viviendas como escenarios en los que interpretan sus cotidianeidades. Repasamos en estas líneas algunos de los productos arquitectónicos más representativos del estudio.

Elii by IMAGEN SUBLIMINAL
Equipo elii [oficina de arquitectura].

Fotografías: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)

¿De qué habla la arquitectura de elii? ¿Qué intentáis transmitir con vuestros proyectos?

Nos gusta entender los proyectos en los que participamos como lugares emocionantes y deseables, espacios que los usuarios puedan explorar y adaptar a sus vidas de diferentes maneras e indagar sus posibilidades. Para ello, es muy importante trabajar desde una mirada estratégica. En cada encargo estudiamos en detalle los condicionantes, las necesidades, los actores involucrados, los trámites del proceso, las normativas, los presupuestos, etc., para tratar de plantear la respuesta más adecuada (¡y divertida!) para cada situación.

elii es el acrónimo de Everyday Life Invent Itself, ¿qué supone para vosotros lo cotidiano? ¿Qué aprendéis del día a día y cómo lo plasmáis en los encargos que lleváis a cabo?

El mundo cotidiano está vivo, en constante cambio. A veces no nos damos cuenta, pero en las diferentes interacciones que llevamos a cabo en el día a día desplegamos inteligencias, ricas y diversas. Hacerse cargo del mundo ordinario, no dar por hecho sus dinámicas, prestar atención a sus detalles, comprender sus inercias e imaginarios, examinar cómo participa de los cuidados, etc., nos proporciona siempre aprendizajes valiosos, nos permite redescribir las situaciones convencionales de otras maneras emocionantes y proyectar cualquier instante, por menor o insignificante que sea, como un momento memorable.

«En cada encargo, estudiamos los condicionantes, las necesidades, los actores involucrados, los trámites del proceso, las normativas, los presupuestos, etc., para tratar de plantear la respuesta más adecuada (¡y divertida!) para cada situación»

YOJIGEN POKETTO 018

Optimizar la distribución del espacio y compactar las funciones es uno de vuestros principales objetivos a la hora de diseñar viviendas. Espacios flexibles, funcionales, transformables, diáfanos… ¿cómo son las casas que proyectáis? ¿Qué códigos seguís?

Nos parece muy importante que los espacios sean flexibles, que permitan habilitar diferentes configuraciones. No solo porque nuestras vidas evolucionan en el tiempo y conllevan cambios vitales de todo tipo sino, también, porque cada persona suele vivir de maneras muy diversas: de alguna forma, cada uno de nosotros somos muchos a la vez. Nos parece clave que un espacio tan importante como el doméstico, en el que se pasa tanto tiempo (ahora, cada vez más) y que juega un papel tan determinante en la construcción de la subjetividad, acompañe y facilite dichos procesos.

Desde hace años venimos desarrollando proyectos donde los condicionantes de partida han desembocado en estrategias de optimización del espacio. Pero lo que nos parece más relevante de estos proyectos no es (solo) que ahorren espacio. Lo verdaderamente interesante de los espacios transformables es que te permiten desplegar diferentes configuraciones domésticas y, por tanto, te permiten ensayar tu modo de vida. Dicho de otra manera, nos interesan más los espacios domésticos transformables en su dimensión experiencial (cuando ofrecen experiencias emocionantes) y experimental (cuando posibilitan realizar experimentos “cotidianos”) que desde el punto de vista de la mera optimización que, muchas veces, puede llegar a ser muy limitante. Hacer un espacio optimizado, hasta cierto punto, es sencillo. Que un espacio optimizado sea emocionante no es tan habitual y, en términos cualitativos, es más deseable.

«Nos gusta entender los proyectos en los que participamos como lugares emocionantes y deseables, espacios que los usuarios puedan explorar»

Analicemos algunas de vuestras viviendas. Una de las grandes curiosidades de Didomestic son sus trampillas secretas, integradas en el techo de la planta de acceso, que permiten descolgar parte del mobiliario, ¿cómo surge esta idea?

Didomestic es un proyecto para una chica joven que consigue un trabajo y se emancipa de su familia para empezar una vida nueva. Cuando nos entrevistamos con ella nos transmitió, muy ilusionada, cómo se imaginaba esa nueva vida… o, mejor, esas nuevas vidas, en plural, porque se imaginaba de muchas maneras distintas en su casa. Pronto entendimos que, para ella, era deseable disponer de un espacio transformable, un lugar que cambiase de manera sencilla, como cambian las escenografías en un teatro. De ahí surgió la idea del “teatro doméstico” que luego hemos explorado en otros proyectos, como Susaloon o Biombombastic. Los teatros son las arquitecturas que permiten activar las ficciones, los lugares donde se representan las tramas de las vidas de los personajes. En el proyecto de Didomestic trasladamos algunos de los elementos que activan las escenas de los teatros para configurar un espacio doméstico en el que la usuaria pudiese “ensayar” la “trama” de su vida, donde pudiese hacer pruebas y reescribir el “guion” de su día a día.

«En el proyecto de Didomestic trasladamos algunos de los elementos que activan las escenas de los teatros para configurar un espacio doméstico»

Para ello, incorporamos tres dispositivos básicos que permiten desplegar diferentes “escenas” domésticas: primero, unos paneles móviles (que están acolchados y tienen unos motivos vegetales y de angelotes) los cuales hacen posible organizar diferentes distribuciones; segundo, un mobiliario integrado en el techo de la casa que se puede hacer aparecer y desaparecer mediante unas poleas (como las de los peines de los teatros); y, tercero, unas trampillas secretas abatibles que habilitan diferentes ambientes cuando se abren, como un tocador, un saloncito de té o un lugar para guardar productos del baño.

De esta manera, con unos pocos gestos puedes cambiar el ambiente de tu casa. Y, combinando los tres sistemas, puedes jugar con distintas espacializaciones. Como se puede comprobar, aquí, más que buscar optimizar el espacio (que también, porque es un ático relativamente pequeño) el objetivo era, más bien, que el espacio doméstico permitiese desplegar diferentes configuraciones. Eso no quiere decir que tengas que estar cambiando el espacio todo el rato. En realidad, lo interesante es que, cuando lo quieras cambiar, sea sencillo. Pero, lo más importante de todo: vivir en esta casa es mucho más divertido.

¿Qué soluciones habéis implantado en Yojigen Poketto? ¿Qué ambientes se consiguen gracias a los distintos acabados?

En Yojigen Poketto la condición flexible del espacio es algo diferente, ya que no depende tanto de la activación de ciertos elementos integrados (paneles, poleas, trampillas), como en Didomestic, sino de la configuración de un lugar abierto que intensifica la potencia del espacio, invitando (e incitando) a su usuario a apropiarse del mismo y a desplegar diferentes coreografías domésticas. En este caso, en lugar de diseñar un espacio superequipado, para una modificación literal de los espacios, proyectamos una estrategia espacial basada en la indeterminación, a partir de un cuidadoso estudio de la geometría y de la distribución en dos niveles principales. Mediante este esquema, se amplían los puntos de interacción y se reducen los espacios servidores. Aunque también cuenta con algunas partes móviles —como las escaleras-cajones, los carritos de almacenaje, las trampillas secretas o la encimera desmontable— digamos que, en este caso, es la escala del espacio central la que le confiere una condición de indeterminación al espacio, lo que facilita su flexibilidad. Es decir, se preparan las condiciones para que sucedan las cosas, incrementando la potencia del espacio a partir de la superposición de ámbitos ambiguos que permiten desplegar diferentes programas.

«En Yojigen Poketto proyectamos una estrategia espacial basada en la indeterminación, a partir de un cuidadoso estudio de la geometría y de la distribución en dos niveles principales»

¡Una casa en 21600 minutos! En el caso de la House of Would, el sistema constructivo industrializado y montado en seco de paneles de madera estructural acorta los plazos de ejecución, levantando una vivienda en menos de dos semanas. ¿Es este el futuro de la construcción? ¿Cómo se organiza esta casa?

El proyecto de la House of Would se conforma a partir de siete módulos preindustrializados de madera estructural contralaminada de idéntica geometría que, combinados y ordenados, mediante giros y simetrías, construyen el volumen general de la vivienda en torno a un patio central. El conjunto se adapta al terreno en pendiente, de manera escalonada, ubicando las estancias de acuerdo a los diferentes grados de privacidad: las más privadas se esconden de la calle y se acomodan al terreno, propiciando el contacto directo con el entorno, mediante el acceso a los patios. Por su parte, las zonas más públicas de la casa, los espacios de representación social, se aproximan a la calle y, poco a poco, van ganando en altura, hasta levantarse sobre el paisaje, asomándose al horizonte, sobre el resto de las estancias. Cada módulo se especializa en distintas situaciones domésticas, de acuerdo a las necesidades funcionales demandadas por sus habitantes. El sistema modular de elementos sencillos comporta una organización flexible que permite alterar en cualquier momento la disposición de los programas en el espacio. La casa funciona como las muñecas rusas: la organización de la vivienda permite fragmentar la casa en otra más pequeña sin necesidad de utilizar el conjunto completo. Dentro de la casa, caben otras casas posibles. Unos pequeños puentes o conectores de policarbonato funcionan como elementos de transición entre los distintos módulos o programas, graduando los niveles de privacidad.

El proyecto se elabora a partir de las reglas y las oportunidades que surgen de este doble sistema constructivo, basado en el ensamblaje de un kit de piezas montado en seco. Partiendo del detalle, jugando con sus reglas, se organiza el programa. Y así, desde el ensamble de distintas lógicas puestas en relación, se configura un espacio doméstico flexible y activado por el lugar y sus usuarios. La vivienda se eleva y separa del terreno para que los animales, los otros habitantes de la casa, puedan recorrer la parcela en su totalidad.

«House of Would se conforma a partir de siete módulos preindustrializados de madera estructural contralaminada de idéntica geometría»

Una arquitectura de afectos, así definís la rehabilitación y ampliación de edificio para la Fundación Save The Children, ¿qué experiencia vive el usuario que visita este espacio? En lo que se refiere al ámbito energético, ¿qué estrategias bioclimáticas están presentes?

En el caso de Save The Children, se equipó el edificio con ciertos elementos que facilitan la interacción y la apropiación de los espacios por los usuarios, así como una relación afectiva con la arquitectura. Tras estudiar algunas metodologías contemporáneas de atención infantil, observamos que era determinante incluir modos de uso del espacio que incentivasen la confianza, la responsabilidad y las relaciones afectivas hacia los otros. Por ejemplo, integramos en el espacio algunos mecanismos que favorecen una organización colaborativa de los espacios, como paneles móviles o mobiliario portátil, que permiten estructurar el espacio de distintos modos y favorecen el compromiso de los chavales sobre el espacio. También incluimos algunos elementos que incentivan el cuidado, como las plantas en las jardineras y lo que llamamos “mascotas arquitectónicas” como un gato gigante o un elefante, integrados en los espacios, cuyo cuidado pasará a ser una tarea colectiva. Mediante el uso de ciertos materiales se estimula la percepción y la curiosidad de los usuarios. Por ejemplo, algunas de las superficies de acabado de la sala de espera reflejan el exterior; un pavimento exterior entra desde la plaza en el vestíbulo hasta la sala de espera; el cerramiento favorece la conexión directa con la zona de juegos, rompiendo la frontera entre el interior y el exterior.

Durante el proceso de concurso, chicos de distintas edades elaboraron una “lista de los deseos” donde expresaron cómo imaginaban el nuevo espacio. Algunas de estas peticiones como “la colocación de una fuente de chocolate en cada planta” eran difíciles de satisfacer en el proyecto. No obstante, otras, como “ver las estrellas desde las habitaciones” han sido traducidas a diferentes elementos arquitectónicos, como el lucernario que cierra la cubierta en la sala de proyecciones. En resumen, este conjunto de actuaciones “mascotizan” el edificio, facilitan el juego y tratan de estimular una relación afectiva hacia el centro.

Durante la obra hicimos un taller con los chavales (los futuros usuarios del edificio) en el que les preparamos una maqueta-tarta: primero, les explicamos cómo era el edificio, cómo estaba organizado, etc. Después, nos comimos la maqueta. Creemos que nunca nos han prestado tanta atención en un taller.

«En el caso de Save The Children, se equipó el edificio con ciertos elementos que facilitan la interacción y la apropiación de los espacios por los usuarios, así como una relación afectiva con la arquitectura»

En proyectos como Árboles Urbanos se pone en alza la importancia de los espacios públicos como puntos de encuentro de la ciudadanía, ¿cómo concebís la ciudad y qué papel desempeñan los arquitectos a la hora de diseñar estos enclaves?

Este fue uno de los primeros proyectos que construimos, fruto de un concurso internacional convocado por ASA (Asociación Sostenibilidad y Arquitectura). Precisamente el objetivo que planteaba ASA era invitar a los ciudadanos a participar de los temas ecológicos de los ecosistemas urbanos en el espacio público. En este sentido, se apela a un ciudadano activo que participa en el cuidado del árbol, como si de una “mascota urbana” se tratase, mientras hace ejercicio.

Su copa está configurada por una matriz de paneles solares fotovoltaicos y otros paneles verdes que alojan plantas aromáticas. La base cuenta con una zona de descanso desde donde se accede a unos puntos de conexión de carga eléctrica y unas bicicletas que activan el árbol.

Al pedalear, el ciudadano genera la energía que, combinada con la de los paneles solares, bombea el agua que riega las plantas y suministra la electricidad para la iluminación. Es decir que, por un lado, el árbol necesita de los cuidados de los ciudadanos para sobrevivir pero, por otro, al pedalear, los ciudadanos practican ejercicio físico y se ponen en forma. El árbol configura un espacio urbano de cuidados mutuos: el ciudadano cuida del árbol; el árbol cuida del ciudadano. Una forma de vecindad lúdica, mediada por el afecto.

Además, cuenta con una serie de indicadores y visualizadores que van explicando algo que suele permanecer invisible: el proceso de producción de la energía. Es decir que el árbol, también hace visible algunos procesos que tienden a permanecer invisibles en los ecosistemas urbanos, como los que tienen que ver con las infraestructuras. Y, en los momentos de carga baja, demanda de nuevos cuidados pidiendo que “le pedalees”. Para terminar, durante los meses calurosos, el vaporiza agua para refrescar el ambiente, favoreciéndola estancia. En resumen: el Árbol Urbano en un espacio, de cuidados, que hace visible lo invisible que favorece diferentes tipos de interacción: de juego y de encuentro.

Socializar no solo es informar, sino que ha de pasar por hacerse cargo de una nueva cultura, unas maneras de relacionarse diferentes, otros modos de vincularse con los otros. El Árbol Urbano es un espacio proyectado para mediar afectos y diseñar un tipo específico de inter-actuación: el juego y el cuidado.

«El Árbol Urbano es un espacio proyectado para mediar afectos y diseñar un tipo específico de inter-actuación: el juego y el cuidado»

Para finalizar, indaguemos en la mesa de trabajo de elii en este preciso momento, ¿qué planos están sobre ella?

En este momento tenemos varios proyectos interesantes encima de la mesa. El proyecto más grande en el que estamos trabajando es el de la rehabilitación de un inmueble en Madrid para una fundación filantrópica, el cual desarrollamos junto a un equipo transdisciplinar. Asimismo, estamos trabajando en el proyecto de un Jardín Cyborg en Matadero Madrid, una propuesta que forma parte de un proyecto de investigación para diseñar estrategias de adaptación al cambio climático desde el espacio público. Pronto empezaremos con el diseño del primer prototipo del Jardín Cyborg que, después, será replicado en otras ubicaciones. También estamos trabajando en un proyecto fascinante titulado ‘Microbial Fruits Of Istanbul’ que desarrollamos junto con el artista Orkan Telhan y en el que estamos diseñando una especie de “granja de microbios” situada en un jardín público en Estambul. Esta instalación permitirá comprender las complejas historias de la ciudad desde el punto de vista de los microorganismos. A la vez, estamos desarrollando varios espacios domésticos: una vivienda para una pareja hedonista en Valencia, algunos proyectos muy interesantes de reformas de locales en Madrid para convertirlos en viviendas, etc. En definitiva, trabajamos desde la escala micro (microbiana) hasta la macro.

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