Residencial Sant Isidre es un proyecto de nueva construcción de un edificio plurifamiliar con 50 viviendas, dos locales y aparcamiento para 104 plazas y 50 trasteros, situado en el municipio de Sabadell, comarca del Vallès Occidental, para el promotor Sorigué. En este proyecto ON-A aporta su amplio expertise en arquitectura residencial, el uso solvente de las herramientas BIM para el diseño y gestión, y la innovación en materiales y diseño.
El solar donde se desarrolla el proyecto se encuentra dentro del Plan de Mejora Urbana local, que incluye reforzar las áreas de equipamiento y espacio libre. La intención urbanística es dar un nuevo frente residencial a esta privilegiada zona de Sabadell, a escasos minutos de la zona comercial más importante de la ciudad y del extenso parque Catalunya.
De este proyecto destaca la singularidad en cuanto a los volúmenes, que contrastan con el entorno urbano. Es un hito dentro de un barrio que hasta entonces contaba casas bajas tradicionales y naves industriales. El uso industrial de la zona fue desplazado en favor de la vivienda residencial y ON-A asentó ese uso con un edificio que juega con las geometrías. Además, el proyecto se complementó con la creación de una plaza ajustada a las demandas urbanísticas del Ayuntamiento de Sabadell.
En total son 10.500 m2 construidos que incluyen 3.000m2 de aparcamiento bajo rasante y 7.000 m2 de residencial. El conjunto residencial se compone de 50 viviendas, dos locales y aparcamiento para 104 plazas y 50 trasteros. La propuesta concentra la edificación en forma de U haciéndola girar por la calle adyacente para cerrar una isla. En la esquina se propone una torre justo donde aparece la plaza de nueva creación, reforzando su presencia y constituyendo un hito urbano. El espacio interior de isla queda destinado a área libre privada, donde se proyecta una zona de recreo y disfrute para los usuarios.
El edificio está formado por un volumen base compuesto por una planta baja y 4 plantas piso, sobre las que emergen tres volúmenes cuadrados, dos de una planta y un tercero de 5 plantas.
La planta baja queda retranqueada respecto a la alineación de fachada para dar una mayor privacidad a las viviendas. Estas se abren hacia el interior de isla, donde disfrutan de un patio privado con acceso directo a la zona comunitaria. Se reduce la edificabilidad en planta baja y se proyectan más m2 construidos valiosos en las plantas superiores. Para ello se generen volúmenes en voladizo, con estructura postensada, tanto hacia la calle como hacia el interior de la parcela.
Las cuatro primeras plantas piso se distribuyen en función de los tres núcleos. De manera independiente encontramos 2 o 3 viviendas por rellano. En la planta quinta desaparece el volumen unitario y se identifican los tres volúmenes verticales, todos con dos viviendas por rellano y amplias terrazas. A partir de la planta 6, se eleva la torre de 9 plantas con 2 viviendas por rellano.
El conjunto queda unificado bajo el suelo mediante el aparcamiento. Las dos plantas sótano se destinan a esta función. El aparcamiento sótano ocupa la zona interior del solar libre de edificación, sobre el que se proyecta un área ajardinada con piscina.
En la cubierta, se colocan los elementos necesarios para las instalaciones de telecomunicaciones y chimeneas. El acceso a la misma se garantizará mediante escala de gato, con las dimensiones óptimas, puesto que el acceso es exclusivo para el mantenimiento.
El conjunto tiene un uso residencial, exceptuando dos pequeños locales situados a las esquinas de planta baja. De las 50 viviendas, 14 unidades son carácter protegido y 36 libres. Con una superficie de entre 90 y 120m2, todas ellas cuentan con amplias terrazas y vistas en su mayoría a la zona comunitaria. Todas las habitaciones tienen ventilación e iluminación natural. La alta calidad de materiales y acabados, tanto en viviendas como en zona comunitaria, son el sello característico de las promociones de Sorigué y convierten este proyecto en una atractiva opción residencial.
Desde la calle principal se realizan los 3 puntos de acceso a los vestíbulos del edificio, donde aparecen los espacios necesarios para la ubicación de las diferentes centralizaciones de contadores, núcleos de comunicación vertical y acceso de peatones al aparcamiento. También hay un acceso peatonal más secundario a través de la nueva plaza que comunica de manera directa con el espacio libre interior privado.
La comunicación vertical de la construcción se realiza mediante tres núcleos verticales independientes (uno por cada torre) formados por una escalera y un ascensor practicable, (en el caso de la torre de nueve plantas, dos ascensores) que comunican todas las plantas, incluyendo sótanos.
Anteriormente ON-A ha construido proyectos residenciales relevantes como Torre El Rengle en Mataró, y ha hecho concept designs internacionales con torres multiprograma, como la Blida Center Tower en Alger, con la tecnología y la investigación como herramientas principales de la práctica arquitectónica.
La propuesta concentra la edificación en forma de U haciéndola girar por la calle adyacente para cerrar una isla