El objetivo prioritario en el proyecto Restaurante Boscos, a cargo de Aima Estudio, fue dotar al espacio de su propio carácter, recuperando la esencia del edificio histórico en el que se encuentra y fusionándola con el estilo actual y elegante que necesitaban los nuevos propietarios. Para ello, se fueron quitando capas de antiguas reformas descubriendo los antiguos y originales elementos de construcción, muros de ladrillos rojos, cargaderos de madera, pilares de hierro, el muro exterior de piedra. Estos elementos eran de gran belleza y auténticos, por lo que se optó por dejarlos vistos en todos los casos que fuera posible para recuperar el estilo auténtico del edificio.
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En el caso de los pilares de hierro que se encuentran en el interior de la sala, Ana Padilla, responsable del proyecto, decidió realizar un forrado en estructura metálica en negro y dorado que hiciera referencia al tipo de estructuras de hierro de la época, sobre el recubrimiento que protege a la estructura contra incendios.
El estilo art decó está presente en el local, con un estilo actual, alegre, colorido y luminoso. Otro factor que se tuvo en cuenta fue que el local tenía poca luz natural, por lo que se dio luminosidad al espacio utilizando colores claros y alegres, usando además materiales con superficies brillantes, como es el caso del latón y los espejos. Estos materiales reflejan la luz y ayudan a crear la sensación de un espacio más grande. La elección de materiales en terciopelos, latón, maderas, cerámicos con acabados brillantes y con efecto de mármoles, dan el toque acogedor y elegante que buscaban los clientes.
Huyendo del efecto “túnel”
Un local con un espacio tan estrecho y largo podía dar sensación de “túnel”, por lo que, para evitarlo, se crearon diferentes ambientes y rincones especiales, de forma que cuando vas adentrándote en el local vas sintiendo diferentes lugares dentro del mismo espacio. Hay espacios muy especiales como el que se consiguió en el centro de local entre los muros originales de ladrillo que tienen huecos que comunican con el resto del local. Se incorpora vegetación en el local dando un toque de frescura, sobre todo en la zona de acceso y junto a la barra, las zonas de mayor ajetreo del local.
Piezas en exclusiva
Para solucionar la fachada de manera que se crease un punto de llamada de atención, se creó una entrada retranqueada respecto a la fachada. Así, este pequeño vestíbulo abierto a la calle cuenta con elementos tan llamativos como un letrero de neón, un banco-columpio de madera y un jardín vertical. Uno de los elementos más especiales es la barra, formada por un artesonado de madera fabricado artesanalmente para la ocasión que encaja con las formas de los cerámicos elegidos que hacen un dibujo geométrico. El mobiliario también se eligió pieza por pieza, habiendo sido algunas piezas fabricadas especialmente para este restaurante.
Se dio luminosidad al espacio utilizando colores claros y alegres, a lo que se sumó materiales con superficies brillantes, como el latón y los espejos
