Hace tiempo que la tecnología llegó a nuestras vidas para quedarse, transformando por completo el mundo que nos rodea. Y no hablamos únicamente de las aplicaciones en el smartphone que siempre nos acompaña, la conectividad del coche que nos lleva al trabajo o el ordenador en el que trabajamos todos los días. Algo tan vinculado a la naturaleza como el paisajismo también se ha visto contagiado irremediablemente por estos avances.
En la actualidad contamos, por supuesto, con muchos programas informáticos, como AutoCAD, que nos ayudan a la hora de diseñar espacios. Y también con programas de modelación 3D que permiten hacer recreaciones más realistas de cómo será el lugar en el que vamos a trabajar. Pero la integración de la tecnología en el trabajo de un paisajista y los espacios naturales va mucho más allá.
Por ejemplo, gracias a la realidad virtual podemos visitar lugares que nos ayuden a inspirarnos en el proceso de creación o incluso conocer cómo serán espacios futuros que aún no se han construido. Además, hay múltiples tecnologías que se están aplicando al proceso de creación, como por ejemplo los levantamientos topográficos, utilizando GPS en lugar de taquímetros.
Asimismo, a la hora de concebir y diseñar espacios verdes, tenemos a nuestro alcance tecnologías que nos permiten tener otro punto de vista sobre el lugar en el que vamos a trabajar. Un buen ejemplo es la utilización de drones, que se emplean para poder observar el terreno a vista de pájaro y tener así una perspectiva que nos permitirá diseñar el jardín con un mayor conocimiento y control de las dimensiones.
No podemos olvidarnos, por supuesto, de la domótica, que no es una tecnología exclusiva del interior de las casas. Elementos como sensores de lluvia, sistemas de alumbrado, mecanismos de depuración de piscinas, interruptores para la activación o desactivación de fuentes o, incluso, cámaras de seguridad, nos permiten automatizar y controlar a distancia rutinas y cuidados del jardín que hasta ahora había que hacer manualmente.
Jugar con las condiciones atmosféricas también es posible gracias a la tecnología, que nos permite controlar y automatizar elementos de sombreamiento de un espacio mediante lonas o toldos, o implementar soluciones térmicas con sistemas de nebulización o de calefacción.
Si lo que buscamos es dotar un espacio de una magia especial, los avances tecnológicos también son el aliado perfecto, ya que nos dan la posibilidad de crear luces, sombras o proyecciones de imágenes que permiten transformar el entorno de forma dinámica. Incluso podemos incorporar una banda sonora en el paisaje, seleccionando una canción específica para que se active en las diferentes zonas del jardín.
Suena futurista, pero la fusión de la naturaleza y la tecnología ya se está materializando en los jardines que nos rodean, tanto en la forma de crearlos, como de disfrutarlos. Es importante que todo aficionado y profesional del paisajismo conozca este mundo que se abre ante nuestros ojos, que nos permite disfrutar de los jardines a un nuevo nivel.
