InicioProyectos de ArquitecturaCubiertas ajardinadas impermeabilizadas con Sika Sarnafil: Una apuesta por la excelencia en...

Cubiertas ajardinadas impermeabilizadas con Sika Sarnafil: Una apuesta por la excelencia en Baleares

Las cubiertas ajardinadas, también conocidas como techos verdes, son una solución arquitectónica en auge que ofrece numerosas ventajas. Estas estructuras vegetales sobre los techos de los edificios no solo embellecen el paisaje urbano, sino que también aportan múltiples beneficios.

Baleares ha sido el escenario de un ambicioso proyecto residencial que ha conseguido unir el lujo con una arquitectura moderna y de líneas depuradas además de materiales, soluciones y procesos sostenibles. Una sostenibilidad que ha sido premiada con una calificación BREEAM® Excelente, convirtiéndose en la primera promoción residencial en España en conseguir esta distinción.

La certificación británica ha valorado aspectos como la conservación del agua, el uso de materiales locales, la eficiencia energética, la salud y el bienestar, la gestión de residuos, y recursos, el uso sostenible de la tierra o la reducción de la contaminación, entre muchas otras. Todas ellas están presentes en las cubiertas ajardinadas que culminan cada una de las viviendas unifamiliares que conforman el proyecto.

Con certificado energético A que avala su eficiencia y las bajas emisiones de CO2, y un amplio abanico de acciones medioambientales, toda la vegetación de la urbanización, incluidas la de sus cubiertas, ha sido diseñada con plantas locales y materiales naturales. Este uso de vegetación autóctona asegura la integración con el paisaje local, conlleva un importante ahorro de agua y proporciona aislamiento térmico a las villas.

Manuel Andrés Pérez, es propietario de la empresa de Impermeabilizantes Mapsa y responsable de la impermeabilización y preparación de estas cubiertas (unos 6.500 m²) para su uso ajardinado. “Para nosotros la cubierta es, desde siempre, la quinta fachada o su continuación. Un espacio que, a diferencia del resto del edificio, recibe con mayor intensidad las interacciones con el medioambiente y su entorno. Por ello cuidamos de su diseño tanto a nivel del ensamblaje de todos los elementos que la componen como de la fisionomía y estética final. No olvidando nunca y a través de los años más, que la calidad bien instalada es larga vida en la cubierta y grandes beneficios para los usuarios del edificio”, explica.

La calidad bien instalada es larga vida en la cubierta y grandes beneficios para los usuarios del edificio

Manuel Andrés Pérez, propietario de Mapsa

Las cubiertas ajardinadas tienen una gran serie de ventajas como la recuperación de la pérdida inicial del espacio «verde» y sus procesos naturales inherentes como la fotosíntesis. Además, evitan que, durante posibles episodios de fuertes lluvias, la escorrentía pueda ocasionar problemas serios. Las cubiertas verdes ralentizan el flujo de agua reteniendo hasta el 75% del agua de lluvia, aliviando así la presión sobre las infraestructuras de aguas pluviales.

Una cubierta que refleja el medioambiente y cohabita con él

Este tipo de cubiertas minimiza la demanda máxima de energía mediante la reducción de los costes de climatización. Otros beneficios que presentan son la reducción de la isla de calor urbano, la mejora de la calidad del aire, el aislamiento acústico y la revalorización de la propiedad al proporcionar un valioso activo de construcción. “La cubierta ajardinada podría considerarse como la continuación o ampliación de las zonas verdes de las ciudades. Reflejar el medioambiente y cohabitar con él ya es posible con las nuevas técnicas de construcción mucho más sostenibles y menos agresivas frente al cambio climático”, manifiesta Manuel Andrés Pérez.

Para el propietario de esta empresa instaladora de sistemas de impermeabilización, aunque estás cubiertas ajardinadas estén en estas exclusivas villas, no deben considerarse un artículo de lujo. “Están al alcance de todo aquel propietario que desee tener un techo respetuoso con el medio ambiente, bien aislado térmica y acústicamente con la única particularidad que al igual que tiene un balcón en el que tiene que limpiar su entorno y cristaleras, la cubierta ajardinada necesita su mínimo mantenimiento y acceso para realizar los mismos quehaceres y disfrutar de todo lo que te reporta”.

Pero el requisito obligado es la instalación de un adecuado sistema de impermeabilización entre la cubierta y el sustrato. En este caso se decidió la instalación de una membrana de TPO Sika Sarnafil TG 66 18.

Esta membrana monocapa se puede instalar con la mayoría de condiciones climáticas, incluso con temperaturas bajo cero. Su colocación flotante proporciona una instalación rápida de la capa de impermeabilización. El sustrato vegetal con un peso mínimo de 80 kg/m2 proporciona la resistencia necesaria a la fuerza del viento, eliminando la necesidad de fijaciones mecánicas.

Para este proyecto, la empresa instaladora colocó una capa antipunzonante a base de geotextil de polipropileno, Sarnafelt A-300. Sobre esta capa se colocó la membrana de TPO Sarnafil TG 66-18 de 1.8 mm de espesor fijada perimetralmente mediante el sistema de repartición de cargas Sarnabar y anclada al soporte mediante fijación mecánica. Por último, y sobre ella se fijó la capa filtrante, el sustrato con un mínimo de 80 mm de espesor y las plantas.

Gran colaboración y resultado altamente satisfactorio

El resultado ha sido, según los instaladores, altamente satisfactorio. “Fue un proyecto en el cual me involucré desde el primer momento, debido a que estos edificios reunían diseño, calidad, prestaciones de luz en la mayoría de los habitáculos gracias a los lucernarios instalados y el diseño de pequeñas particiones generando distintas zonas ajardinadas con elementos de construcción típica de la zona y semejando pequeños jardines baleares en las cubiertas de los edificios”, destaca Manuel Andrés.

El responsable de la empresa instaladora define su colaboración con Sika como “Inmejorable” desde que comenzó en 1978. “Comenzamos con Sika como referencia del sector. Recibimos colaboración y apoyo con cada nuevo producto que la tecnología y desarrollo de sistemas nos iba ofreciendo. Con cursos de Formación continuos pudimos profesionalizarnos y con el apoyo de todos sus departamentos a los instaladores hemos realizado muchísimas obras con éxito. Es el motivo que nos lleva a seguir juntos en esta actividad diaria, donde el binomio producto-instalación se engrandece si te gusta esta profesión”, afirma Manuel Andrés Pérez.

Este profesional con una amplia trayectoria profesional reclama una mayor implicación del sector público que obligue a que determinadas zonas del edificio sean más respetuosas y cuenten con materiales constructivos que aporten mayor sostenibilidad al edificio.

Los países vecinos nos llevan años de ventaja en estas medidas como hemos constatado en nuestros trabajos realizados en Francia, donde cada vez hay un mayor porcentaje de cubiertas ajardinadas en los proyectos realizados. Es una manera de diferenciarse a la hora de ofrecer un edificio en una comunidad. Un edificio verde siempre aporta sinergias positivas para todas las partes”, finaliza.

cubierta ajardinada en Baleares
artículos relacionados