A pesar del baile de tendencias de las últimas décadas, los sofás modulares han sido y siguen siendo una constante en el diseño escandinavo contemporáneo. Estos sofás, que se caracterizan por su enorme flexibilidad, materializan a la perfección uno de los principios de BoConcept: brindar a los clientes soluciones adaptables que se ajusten a sus hogares y a su estilo de vida.
El sofá Miami ofrece una apariencia impecable en una lograda combinación de comodidad y simplicidad, cualidades que se expresan a través de asientos y cojines mullidos y detalles reducidos al mínimo. Sus sinuosas curvas y la ausencia de bordes angulares hacen que el conjunto sea reconfortante a la vista. Sus altos y anchos reposabrazos no solo aumentan el confort visual, sino que añaden además una relajante sensación de aislamiento. El look del sofá se completa con una base con patas altas de estilo depurado con el marco inferior a la vista; elevando la forma y dotando al conjunto una sensación de ligereza. El diseño se compone de tres tipos de módulos: un monoplaza (dos opciones de tamaño), una unidad de esquina (con reposabrazos izquierdo o derecho) y un puf en dos tamaños –unido o independiente–.
Flexibilidad de diseño
Miami se adapta con facilidad a las necesidades del usuario. Todos los lados están tapizados, por lo que permite que cualquiera de los módulos sea colocado individualmente. Para juntar los módulos, solo hay que juntarlos y hacer un simple click en la zona del marco.
Juego de contrastes
Las tendencias actuales animan a los clientes a experimentar con tapizados, texturas y colores que contrastan. Siguiendo la filosofía de personalización de BoConcept, cada módulo del sofá Miami puede ser personalizado con más de cien opciones, ya sea en tejido o en piel. Además, la firma ofrece unos cojines diseñados especialmente para este sofá que intensifican la sensación de contraste.
El funcionalismo discreto de Anders Nørgaard
Creador de piezas tan emblemáticas como los sofás Carlton y Osaka o las butacas Ogi y Veneto, Nørgaard siempre se ha mantiene fiel a su herencia de diseño danés, parte fundamental desde su infancia. «Crecí con el funcionalismo y la artesanía. Los arquitectos daneses de los años 50 y 60 eran amigos de mis padres, y mis profesores en la Escuela de Arquitectura». Sus diseños se caracterizan por la profusión de líneas limpias, unas proporciones perfectas y, sobre todo, una funcionalidad discreta y decidida, que proporcionan al usuario un lienzo en donde reflejar su personalidad. «La funcionalidad puede anular la belleza, pero si piensas fuera de la caja y prestas atención a los pequeños detalles, logras una expresión refinada y característica.»
