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Una geoda cristalizada en el corazón barcelonés

Bajo la firma de Octavio Mestre, la reforma del edificio de oficinas Geoda supone toda una exploración sobre las condiciones y usos del vidrio. Su fachada se ha convertido en su seña de identidad gracias a una cuidada piel de cristal que no dejará indiferente a todo aquel viandante que transite por la confluencia de Travesera de Gràcia con Amigó.

Fotografías: Jordi Miralles

OFICINES OM COLONIAL 29 en vez de la 11

Dos edificios independientes que comparten cuatro plantas subterráneas y una llamativa fachada de vidrio en masa de 16 cm y 1,4 toneladas/ml que genera diversos grados de transparencias en el interior del espacio. Así es Geoda, un singular inmueble situado entre las calles barcelonesas Travessera de Gràcia y Amigó, con una superficie total de 8.095 m2 y ocho plantas sobre rasante, convertido en todo un referente arquitectónico de la capital catalana. En su interior, los amplios espacios cuentan con suelos elevados encapsulados en acero, falso techo metálico y cortinas de calidad instaladas en la propia fachada.Esta última es, precisamente, la gran protagonista del inmueble, una piel de cristal que dispone de diversas alas metálicas, saltando de planta en planta, con el objetivo de “desmaterializar la idea de superposición de planos horizontales de trabajo, iluminándose, de noche, mediante leds”, como aseguran desde el estudio responsable del proyecto.

Soluciones para adaptarse al espacio

Tal y como detallan Octavio Mestre Arquitectos, “nuestra intervención no fue un tratamiento epidérmico, sino global, renovando todas las instalaciones y reforzando toda la estructura”. En este sentido, se optó por desmontar forros, aplacados y demás elementos hasta dejar el edificio en estructura, a lo que se sumó el desmontaje de los antiguos falsos techos. En su apuesta por la flexibilidad, las nuevas instalaciones eléctricas se pasan por un falso suelo de nueva instalación, mientras que el aire acondicionado se distribuye, perimetralmente, por fachada. En la escalera de servicio, se crea un escalón que permite ajustar la llegada a la altura final de las plantas, y el falso suelo se recorta mediante un zócalo horizontal rehundido en su encuentro con las fachadas para minimizar el impacto visual de la parte construida, tras el cristal. Se sustituye por un frente de acero inoxidable el pavimento de la escalera.

Si prestamos atención a los accesos, en el vestíbulo del edificio Travesera el vidrio “geoda” entra hasta configurar una doble pared retro iluminada. El pilar central se forra de acero inoxidable, como el frente de la pared de los ascensores, y se usa como base del directorio. La pared restante, la que separa de la vía de evacuación protegida, se forra en madera a base de listones de distinto grosor y anchura que pretenden jugar y establecer un diálogo con las distintas piezas de cristal.

El inmueble cuenta con iluminación inteligente, regulable en función de la luz natural

Una infraestructura sostenible

El edificio Geoda presume de contar con Certificación LEED Gold en rehabilitación, diseñándose las instalaciones en aras de reducir entre un 40 y 45% el consumo de energía y minimizar las emisiones de carbono.

En lo que se refiere a su climatización, es individualizada y exclusiva para cada planta de oficinas mediante un sistema de volumen de refrigerante variable con recuperación de calor, es decir, con disponibilidad de refrigeración o calefacción simultánea para cada una de las unidades interiores, independientemente del ciclo de funcionamiento de las máquinas (invierno o verano) con una elevada eficiencia energética.

El diseño de la instalación garantiza un funcionamiento económico y eficaz gracias a la conexión de las diferentes unidades interiores hacia una sola unidad exterior para cada planta y la función de recuperación térmica, permitiendo un notable ahorro de energía. Por su parte, se cuenta con control del caudal del aire primario y de humedad independiente por cada módulo de oficinas mediante compuertas de regulación de caudal y sondas de ambiente y control de humedad.


Con respecto a las instalaciones eléctricas, las plantas prescinden de interruptores y las zonas comunes (escaleras y aseos) disponen de sensores de presencia. Además, si el nivel de iluminación exterior es suficiente, las luminarias más cercanas a las fachadas tiene un sistema que les impide encenderse. No se puede dejar pasar por alto tampoco el cableado interior de seguridad, la baja emisión de humos y la opacidad reducida “libre de halógenos” y derivaciones individuales de cada módulo con secciones dimensionadas para una electrificación de hasta 35.000 Vatios. Los servicios comunes del edificio, desde el alumbrado hasta el sistema de gestión, pasando por las centrales de incendio, disponen de sistema de alimentación eléctrica ininterrumpida gracias a un grupo electrógeno situado en la planta cubierta.

Es reseñable también el sistema de recogida y regeneración de aguas grises procedentes de los lavabos y agua de lluvia de las cubiertas para la alimentación de las cisternas de los inodoros, urinarios y riego automático de las zonas ajardinadas de la planta cubierta, que asegura un ahorro en el consumo del agua del edificio superior al 25 %.

Por su parte, con el objetivo de garantizar el confort térmico, cabe resaltar que, en la fachada posterior, a patio de manzana y orientada a oeste, se ha previsto una carpintería de última generación a la que se le antepone una persiana exterior. El parking para coches eléctricos y bicicletas es otra de las medidas sostenibles de las que dispone el inmueble.

La fachada de vidrio dispone de diversas alas metálicas que saltan de planta en planta

Elevación de última generación

De la mano de la compañía Schindler, el inmueble está dotado de modernos ascensores, rápidos, silenciosos y respetuosos con el medio ambiente. En lo que se refiere a sus características técnicas, cabe destacar:

  • Aumento de la velocidad nominal hasta 2,5 m/s. Los ascensores antiguos desmontados tenían una velocidad de 1,6 m/s.
  • Aumento del número de paradas hasta alcanzar las plantas más profundas del parking, gracias a un desarrollo especial de foso corto y puertas de piso con cabeceros a medida.
  • Aumento de la carga y área nominal en cabina hasta 630 kg para cabinas de uso aptas para minusválidos.
  • Ascensores en grupo con tecnología destination control PORT. Para conseguir esta capacidad de carga y velocidad en cabina, Schindler desarrolló chasis tanto de cabina como de contrapeso “Taylor Made” para este proyecto.
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