La favorable evolución que mantiene la actividad económica en España, así como el previsible incremento en el sector de la edificación, hacen prever que el ámbito del transporte vertical tenga un buen comportamiento del mercado a corto y medio plazo, consolidando de este modo la recuperación iniciada en 2015. Con la innovación por bandera, principalmente en seguridad y ahorro energético el sector ha sabido adaptarse a la situación actual y apostar por una constante modernización de las instalaciones existentes. Hablamos con Javier Catalina, presidente de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), con el objetivo de conocer de cerca la situación del sector.
¿Cuál ha sido la evolución del sector del transporte vertical en España en los últimos años?
Durante los últimos años, todas las empresas, tanto las que fabrican como las que se dedican al mantenimiento se han centrado en ofrecer al mercado opciones cada vez más atractivas en seguridad, ecoeficiencia y calidad de servicio. Durante este tiempo se ha innovado, sobre todo, en seguridad y ahorro energético, aspectos que esperamos que se vayan incorporando a los ascensores más antiguos. El sector ha sabido adaptarse muy bien a las circunstancias económicas, así que durante los años en los que disminuyó la construcción en España, las empresas se focalizaron en la postventa, en facilitar la modernización de las instalaciones existentes, y en los paquetes de mantenimiento a medida de las necesidades de los clientes. También se han potenciado las rehabilitaciones, es decir, la instalación ascensores en edificios donde no los había, sobre todo en viviendas antiguas. Algo que, por cierto, da muchas satisfacciones ya que ayuda a muchas personas con dificultades de movilidad a tener una vida mejor.
¿Qué hechos han marcado esta última etapa?
Fundamentalmente los cambios normativos. El año pasado entró en vigor la Directiva 2014/33/CE que supuso una evolución muy positiva en aspectos relativos a la vigilancia de mercado y responsabilidad sobre el producto puesto en el mercado ya que garantiza que sólo los productos seguros se mantienen operativos en la Unión Europea.
También, en septiembre de este año 2017 entrarán en vigor normas UNE-EN 81-20 y UNE-EN 81-50 por lo que los últimos años las empresas se han ido adaptando a estos cambios.
Estas normas, armonizadas bajo la Directiva de Ascensores, establecen los requisitos de seguridad para la construcción e instalación de elevadores, tanto para los que transportan personas como para los que trasladan personas y también cargas. El objetivo es minimizar el riesgo de posibles accidentes asociados al uso normal, el mantenimiento y las maniobras de emergencia de los ascensores.
¿Qué perspectivas hay de cara a este 2017?
En unos meses finalizará 2017, y el 4 de diciembre concluye el plazo dado por el RDL 1/2013 que establece, a grandes rasgos, que todos los edificios en los que se puedan realizar “ajustes razonables” deben ser accesibles. Este mandato conlleva la necesidad de ejecución de actuaciones de mejora de la accesibilidad, entre las que se debería barajar la instalación de un ascensor o, en su defecto, otros dispositivos para salvar las barreras arquitectónicas, como plataformas salvaescaleras o elevadores verticales. Sin embargo, se estima que existe todavía una cantidad considerable de edificios donde no se han acometido las reformas o instalaciones necesarias para cumplir con estos requisitos
Algo que nos gustaría que se cumpliera y que llevamos mucho tiempo reivindicado, es la aprobación de un marco reglamentario, una Instrucción Técnica Complementaria (ITC), que regule el mantenimiento, las transformaciones importantes y la inspección periódica de escaleras mecánicas y andenes móviles. Es fundamental regular aspectos como los plazos en los que se deben realizar las revisiones de mantenimiento, las inspecciones periódicas obligatorias que aseguren el correcto estado de la instalación, que las empresas mantenedoras estén homologadas y que sus técnicos tengan la formación adecuada.
Las empresas se han centrado en ofrecer al mercado opciones cada vez más atractivas en seguridad, ecoeficiencia y calidad de servicio.
¿Cuáles son las tendencias dentro de este ámbito? ¿Hacia dónde tiende el sector?
Las empresas están trabajando en el desarrollo de soluciones seguras y respetuosas con el medio ambiente y la accesibilidad. Algunas de las innovaciones son las propuestas para instalaciones de gran altura, en la que podemos contemplar nuevos sistemas de tracción, nuevos materiales para cables o “tecnologías inteligentes” para la optimización del uso de los ascensores en el edificio. Asimismo, se diseñan equipos con mayor aprovechamiento del hueco existente, que mejoran la accesibilidad en los proyectos de rehabilitaciones.
En lo relativo al diseño ecoeficiente, trabajamos en ascensores de bajo ruido y muy bajo consumo, componentes de iluminación LED, dispositivos stand-by, que favorecen la reducción de consumo de energía eléctrica cuando el equipo no está en uso, entre otros desarrollos.
Durante 2016 se instalaron cerca de 10.000 ascensores en España y el sector da empleo directo a 19.000 personas
Por último, la carrera de la digitalización aporta múltiples ventajas en el desarrollo de aplicaciones para mantenimiento predictivo, control de accesos y gobierno telemático de todas las instalaciones de transporte en el edificio. Precisamente el 3 de octubre, en Madrid, estamos organizando una jornada donde se van a tratar todos estos aspectos.
¿Cómo afectan las exportaciones frente al mercado nacional?
España tiene más de un millón de ascensores, y el sector de la elevación es uno de los más importantes a nivel mundial. En nuestro país existen fabricantes de prestigio que dedican una parte importante de su negocio a las exportaciones. Esta parte del negocio se incrementó durante los periodos en los que se ralentizó la construcción y ahora continúa con fuerza.
¿Qué cifras destacarías dentro del sector del transporte vertical?
En España contamos, aproximadamente, con poco más de 1 millón de ascensores, lo que supone el parque más grande de Europa y uno de los más grandes del mundo. Estamos prácticamente a la par que Italia en número de ascensores. El ratio es de cerca de 20 ascensores por cada 1000 habitantes. Asimismo, cabe destacar que durante 2016 se instalaron cerca de 10.000 ascensores en España y que el sector da empleo directo a 19.000 personas. También, como dato, decir que España tiene unas 14.800 escaleras mecánicas.
