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Los objetivos climáticos se imponen en la política energética española

Presentación-Informe-IPM-Acuerdo-de-París---repercusión-en-la-política-energética-española_JGB-IMEDIAEl nuevo Informe IPM “Acuerdo de París 2015: repercusión en la política energética española”, elaborado por Javier García Breva, y editado por IMedia, se acaba de presentar en la sede permanente de la Comisión Europea de Madrid. En él, se expone la necesidad de elaborar una nueva regulación eléctrica y ambiental que anteponga los objetivos climáticos a la política económica para poder cumplir el Acuerdo de París.

Para Javier García Breva “el modelo energético ha de estar pensado para el consumidor y no para las corporaciones energéticas. Hay que invertir las prioridades para que la sostenibilidad ambiental determine la sostenibilidad económica del sistema energético”.

El informe IPM de Javier García Breva analiza las repercusiones de este acuerdo en la economía analizando grandes potencias como Estados Unidos, China y Europa, finalizando con España, uno de los países más alejados del objetivo del Acuerdo de París.

Las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron un 38% en España desde el año 2000 mientras que la media de la UE-15 ha descendido un 12,7%

Multiplicar por tres la potencia renovable integrándola en el urbanismo y transporte, impulsar la rehabilitación energética, electrificar el transporte, sustituir la política de ceder derechos de CO2 y establecer un regulador independiente del medioambiente son algunas de las medidas que debe aplicar España en su política energética.

Impactos del cambio climático en la economía española

En España el hecho de dedicar el 4% del PIB a la importación de hidrocarburos está estrechamente relacionado con el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Ello provoca que reducir el consumo de combustibles fósiles se haya convertido en el primer objetivo de la política energética del país, ya que las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático son básicos para impulsar la economía y el empleo. En caso contrario, “el impacto del cambio climático en España puede suponer una pérdida del 3% de la riqueza nacional”, subraya Javier García Breva.

Greenpeace y Anpier aportan sus visiones

Entre los participantes a la presentación del último informe de Javier García Breva se encontraba Mariano González, responsable de la Campaña de cambio climático y transporte de Greenpeace, quien aprovechó la ocasión para defender el informe “El transporte en las ciudades: un motor sin freno del cambio climático”. En él, Greenpeace analiza la importante contribución de la movilidad en las áreas urbanas españolas al calentamiento global, remarcando que “lo positivo es que cortar estas emisiones a la mitad en 2030 resulta totalmente viable y razonable. Tan solo hace falta voluntad política por nuestros municipios para aplicar las medidas adecuadas».

El transporte de nuestras ciudades y áreas metropolitanas es responsable del 10% de todas las emisiones de CO2 en España”.

Destacó también la presencia de Rafael Barrera, Director General de Anpier, quien aportó la visión de los productores fotovoltaicos presentando el Proyecto Transición Energética. Se trata de un trabajo de identificación, análisis y cuantificación de los impactos ocasionados por el modelo de generación fósil sobre las personas, los animales, la flora, la agricultura, el agua y la cubierta vegetal en España, sirviendo los resultados alcanzados como sustrato de una acción legal contra el Estado español por el conjunto de la normativa energética española que ha venido amparando la generación fósil y dañando la generación renovable.

Nuevos modelos de negocio de la energía

Los nuevos modelos de negocio energético impuestos por el cambio climático implican el desarrollo de la eficiencia energética y la participación activa de los consumidores. Las directivas europeas de renovables de 2009, eficiencia energética de edificios de 2010 y de eficiencia energética de 2012 pretenden implicar al consumidor en el autoconsumo compartido, el almacenamiento, los contadores y redes inteligentes, la rehabilitación a escala ciudad y el vehículo eléctrico. «El consumidor como centro de decisión en el sistema energético y la reestructuración de las ciudades desde la sostenibilidad del territorio son los ejes de la estrategia energética para cumplir el Acuerdo de París sobre el cambio climático”, concluye García Breva.

 

 

 

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