El Puente de Sarajevo de Barcelona, remodelado por BCQ arquitectura barcelona, no sólo mostrará una nueva imagen; propone la inclusión de nuevos materiales y una nueva experiencia que el puente ofrecerá a sus usuarios.
Atravesar este puente se vivirá como atravesar un espacio ajardinado. Pasar bajo el puente dará la sensación de atravesar una puerta vegetal que, literalmente, da la bienvenida a la ciudad. El puente, construido para vehículos sobre la Meridiana en los años ochenta, se transforma así en un puente para peatones. El proyecto consiste en convertirlo en un nuevo lugar, un espacio libre que pueden compartir los habitantes de la Trinitat Vella y Trinitat Nova. La historia de este puente comienza de nuevo; la forma en que será utilizado enseñará lo que este espacio público puede hacer para mejorar la calidad de vida en un barrio.
Los materiales empleados en el diseño son las de enredaderas, el hierro, el hormigón y la luz. El puente incorpora la captación de energía solar que utiliza para la iluminación nocturna y el nuevo hormigón fotocatalítico que reduce la contaminación y limpieza del aire de CO2. En definitiva se propone que el puente se convierta en un nuevo espacio cívico ajardinado dotado de tecnología contemporánea para mejorar las condiciones de habitabilidad del entorno y minimizar (o anular) consumos, emisiones y gastos de mantenimiento.
