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Una bitácora para descubrir el nuevo mundo

Teresa Sapey maneja con maestría los colores, dotando de personalidad cada uno de los rincones en los que interviene. La última prueba de esta destreza con la paleta cromática es Room Mate Bruno, un hotel que habla de historia, de navegantes, de rutas comerciales y de culturas procedentes de todo el planeta.

ROOM MATE BRUNO

Una exquisita selección de formas lineales, figuras geométricas y colores configuran el interiorismo del nuevo miembro de la familia Room Mate. La cadena hotelera de Kike Sarasola llega al corazón de Róterdam con Bruno, un complejo de cuatro planta y 217 habitaciones en el que tradición y exotismo trasladan al visitante en un excitante viaje histórico por tierras holandesas.

Bajo la firma de Teresa Sapey, cada planta de este emblemático edificio narra una historia diferente, sin olvidar en ninguna de ellas el mar, las rutas comerciales y las estrellas que guiaban a los navegantes. “Con Room Mate Bruno, además de mantener la identidad marinera del edificio, hemos querido llevar el sol, el sabor y los colores de España al norte de Europa”, asegura la interiorista.

En su interior, se oculta un espléndido jardín congelado donde azul y naranja se fusionan creando una isla de hielo

ROOM MATE BRUNO JUNIOR SUITEEsta acertada combinación convierte este hotel en un emplazamiento único donde el huésped será capaz de experimentar, de sentir y de recrear tiempos pasados. Para ello, juegan un papel determinante las aperturas y los cierres de sus espacios, la iluminación y el uso del color, además de cobrar gran protagonismo los elementos náuticos y las pinturas flamencas.

Tomando como punto de partida las Indias Holandesas, Bruno quiere que todo aquel que se aloje en su interior descubra nuevos mundos, indague en la cartografía astrológica y marítima, descifre los misterios de tierras desconocidas y conozca aquella época de intercambio de bienes en la que las especias teñían los rincones de color.

Cada planta de Bruno narra una historia diferente, tomando como referencia el mar, las estrellas y las rutas comerciales

Bruno mantiene su estructura original del siglo XIX. En su interior, como si de un oasis en medio del desierto se tratase, un impactante árbol naranja se alza en mitad de un jardín congelado de un azul intenso. A esta mágica isla de hielo se suman: una sala de desayunos y un espacioso lounge bar, zonas de trabajo repartidas por todo el complejo, varios salones de reuniones y 400 metros cuadrados de espacios multifunción para eventos.

Un emplazamiento con historia

ROOM MATE BRUNO FACADEUno de los mayores atractivos de Room Mate Bruno es sin duda su ubicación, en la zona portuaria de Róterdam. Para ser más exactos, este nuevo integrante está ubicado en un antiguo almacén de especias del siglo XIX de la Compañía Holandesa de la India Occidental, cerca del embarcadero. Es el único edificio no derrumbado por las bombas durante la Segunda Guerra Mundial.

Con vistas al río Maas, Bruno da vida a uno de los pocos edificios históricos que quedan en el denominado Manhattan Holandés del distrito Kop Van Zuid, una de las zonas con más actividad cultural de la ciudad y uno de los principales enclaves arquitectónicos del continente. Profesionales de la talla de Rem Koolhaas, Cruz y Ortiz, Renzo Piano, Muller, Droogleever o Fortuyn han dejado su firma en edificios emplazados en esta zona.

Asimismo, para los que buscan en sus estancias viajar a través del paladar, el complejo comparte ubicación en la planta baja con Foodhallen, un mercado que cuenta con hasta 15 stands de comida tradicional y temática.

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