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Aplicar en los colegios arquitectura energéticamente eficiente mejora el aprendizaje y la salud de niños y docentes

El colegio vitoriano Carmelitas-Sagrado Corazón Ikastetxea se encuentra inmerso en la rehabilitación total de sus instalaciones bajo criterios Passivhaus, uno de los estándares más completos y exigentes del mundo en edificación energéticamente eficiente. El proyecto, que comenzó en 2013 y se prevé finalice entre los años 2020 y 2021, es una iniciativa pionera y excepcional en el entorno educativo español.

Colegio Carmelitas II

Adelina Uriarte, presidenta de la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), señala que “es el primer proyecto de estas características en España y nos hace especial ilusión. Desde PEP creemos que escuelas infantiles y colegios son los primeros edificios en los que se debe actuar, promoviendo su rehabilitación o edificación bajo estándar Passivhaus. La mayor parte de sus usuarios, los niños, son especialmente sensibles a su entorno. Además de garantizarles las condiciones óptimas para su crecimiento y aprendizaje con un entorno saludable y energéticamente eficiente es fundamental que conozcan las claves para materializar ese entorno y sus ventajas. Todo lo que un alumno aprende influye en el resto de ámbitos en que interactúa; todo lo que vive, lo interioriza. Ellos son el futuro y, sin duda, el mejor elemento multiplicador de una sociedad hacia la sostenibilidad energética”.

La rehabilitación ha transformado el centro Carmelitas-Sagrado Corazón Ikastetxea en un espacio de alta innovación que proporciona a sus usuarios un entorno más flexible, confortable, luminoso, energéticamente eficiente, sin contaminación acústica y con los niveles de oxígeno, temperatura y humedad adecuados para el funcionamiento óptimo del cerebro humano, facilitando tanto el aprendizaje de los alumnos como la labor pedagógica de los docentes.

La aplicación del estándar Passivhaus en la rehabilitación se está llevando a cabo con, entre otras medidas, la implantación de un aislamiento térmico y acústico de paramentos exteriores, ventanas de triple vidrio, ventilación mecánica con recuperadores de calor que es regulada por detectores de CO2, aleros exteriores que permiten la entrada de los rayos del sol durante el invierno y la impiden durante el verano, y uso de termostatos en los radiadores para evitar temperaturas excesivamente altas en las aulas.

Hasta el momento se ha rehabilitado cerca del 40% de la zona cubierta del colegio, con una inversión de aproximadamente 500 euros por m2, que se recuperará a medio plazo gracias al ahorro energético que proporciona la obra terminada siguiendo criterios Passivhaus, de hasta el 85% frente al consumo del colegio previo a la rehabilitación. Además, según datos de PEP, la aplicación del estándar Passivhaus en un centro como este, con una superficie de 14.000 m2, ayuda a frenar el efecto invernadero en el planeta en la misma medida en que lo haría plantar 9.000 árboles, ya que puede ahorrar una emisión de CO2 anual a la atmósfera equivalente al volumen de este gas que absorbe dicha cantidad de árboles en un año.

Proyecto “Arquitectura para la Educación” en el marco Passivschool

Colegio CarmelitasComo explica Itziar Echeandía, directora del Área de Gestión y responsable de Calidad del centro educativo “en Carmelitas creemos que la educación es un factor clave para mejorar el mundo. Es nuestra responsabilidad poner al servicio de nuestros alumnos los conocimientos científicos más avanzados para que tengan el mejor aprendizaje. Por eso hemos desarrollado el proyecto ´Arquitectura para la Educación´ que, en el marco del modelo Passivschool, conjuga los últimos conocimientos de tres disciplinas: la neurociencia, la pedagogía y la arquitectura, y las pone al servicio de la educación y de la sostenibilidad”.

Mediante la iniciativa “Arquitectura para la Educación” las áreas ya rehabilitadas del centro están siendo fuente vivencial de aprendizaje para sus cerca de 1.350 alumnos. El objetivo es que los niños conozcan de primera mano cómo funciona el edificio y qué hay detrás del nuevo entorno en el que se encuentran, más sano y energéticamente eficiente, y que va mucho más allá de una mera reforma estética.

En este sentido, por ejemplo, los alumnos de 5º de primaria del colegio han elegido como proyecto de la asignatura de Emprendimiento analizar in situ los nuevos espacios Passivhaus. Así, han decidido formarse como guías para mostrárselos tanto a otros alumnos como a diferentes miembros de la comunidad educativa y organizaciones externas, que acceden al colegio mediante visitas guiadas programadas para conocer las características Passivhaus de las instalaciones, ver la operativa de los recuperadores de calor y tener información del resto de elementos utilizados en los nuevos espacios.

Para Echeandía el balance hasta ahora es muy positivo. “Los indicadores de ahorro energético y de emisiones de CO2, el número de horas que se utiliza el espacio abarcando varias aulas, el número de actividades y proyectos pedagógicos que se realizan con la intervención de más de un grupo de clase y la satisfacción del alumnado y profesorado son muy buenos y van mejorando con el despliegue del Proyecto”, explica la directora.

Los cinco principios básicos Passivhaus

Una edificación pasiva es un tipo de construcción enfocada a la máxima reducción de la energía necesaria para su climatización, logrando mantener una temperatura constante y confortable mediante la optimización de los recursos existentes.

En este sentido, existen cinco principios básicos para el diseño y la construcción bajo el estándar Passivhaus: aislante térmico de gran espesor, ventanas y vidrios de altas prestaciones, ausencia de puentes térmicos, ausencia de infiltraciones de aire y ventilación controlada, para responder a los criterios de salubridad que exige la normativa, con recuperador de calor.

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