Un universo infinito de libros y estanterías

La ciudad china de Tianjin presume, desde hace unos meses, de poseer la biblioteca en la que todo amante de la lectura quisiera adentrarse. De estética futurista y repleto de sinuosas estanterías, el estudio holandés MVRDV ha proyectado este espacio gracias al cual la hasta entonces desconocida urbe, situada al noreste del gigante asiático, se ha convertido en todo un referente arquitectónico y cultural.

Fotografías: Ossip van Duivenbode

Cinco pisos de altura la componen, cuenta con 33.700 metros cuadrados y es capaz de albergar 1,2 millones de libros. Así es la Biblioteca Tianjin Binhai, el último proyecto de MVRDV en colaboración con el Instituto de Planificación y Diseño Urbano de Tianjin que, además de ser un centro educativo, se ha erigido como un espacio social y conector. Emplazada en el distrito cultural de Binhai, la biblioteca está rodeada por cuatro edificios diseñados por un equipo internacional de arquitectos compuesto por Bernard Tschumi Architects, Bing Thom Architects, HH Design y GMP.

El proyecto forma parte del plan maestro de 120.000 metros cuadrados llevado a cabo por este último gigante arquitectónico alemán, cuyo objetivo es acentuar las características de los distritos aledaños, sirviendo de punto de unión entre el casco antiguo, los distritos residenciales, las áreas comerciales y el distrito gubernamental.

“El proyecto forma parte del plan maestro de 120.000 metros cuadrados llevado a cabo por GMP”

Bajo la denominación “The Eye”, por su semejanza a la forma del ojo, un luminoso auditorio esférico destinado a presentaciones y conferencias preside este espacio en el que el color blanco invade la totalidad del mismo. Es, sin ninguna duda, el centro de toda la composición volumétrica, contando con 20 metros de diámetro y capacidad para 300 personas. Alrededor de él se despliegan en cascada un sinfín de estanterías, confiriéndole un gran dinamismo, mientras que en sus laberínticos pasillos cuenta con espacios para diferentes usos.

De esta manera, los visitantes acceden, desde la planta baja, a las áreas de lectura para niños y ancianos, al auditorio, a la entrada principal, a las terrazas y al acceso a los pisos superiores conectados con el complejo cultural. En los dos primeros pisos se sitúan las salas de lectura, en las cuales los lectores podrán consultar desde periódicos hasta revistas pasando por libros de diferentes épocas. El tercer y cuarto piso, por su parte, cuentan con 5.500 metros cuadrados y albergan oficinas, salas de reuniones, espacios destinados a conferencias y proyección, salas multimedia y de audio, información gubernamental, colecciones especializadas en Hong Kong y Taiwan, literatura histórica, libros especiales y documentos locales de la ciudad de Tianjin, además de otras salas organizadas alrededor de un patio curvo acristalado y dos patios en la azotea. Los diversos ángulos y curvas incitan a los visitantes a desarrollar actividades más allá de la lectura, como debatir, pasear o reunirse, creando un verdadero espacio público en el que intercambiar conocimientos.

“Un luminoso auditorio esférico preside este espacio en el que el color blanco invade la totalidad del mismo”

En lo que se refiere a su estructura, el centro se compone de tres bloques bien diferenciados. En primer lugar, dos construcciones simétricas con estructura de hormigón armado y, por otro lado, el bloque central está compuesto por dos plantas autoportantes en forma de viga Vierendeel apoyadas sobre las construcciones de hormigón, sirviendo de techo al espacio central de la biblioteca. De estas plantas autoportantes cuelgan los forjados que dan acceso a las bandejas superiores de la misma desde la parte trasera. Finalmente, la estructura del auditorio esférico es una estructura tubular de acero sobre la cual se disponen las planchas del material, que son las que le otorgan el acabado reflectante final.

La biblioteca se encuentra protegida dentro de una galería, coronada por arcos abovedados que simulan una catedral y serpentean a lo largo de todo el esquema. Cabe destacar, asimismo, que el centro se ha construido de acuerdo con la etiqueta de eficiencia energética china Green Star, alcanzando el estatus de dos estrellas.

A contrarreloj

Desde que se llevase a cabo el primer boceto del proyecto hasta su apertura, el pasado mes de octubre, han pasado tan solo tres años. Un tiempo insuficiente impuesto por el municipio local que no ha permitido perfilar todos los detalles que requería la construcción de esta biblioteca. Como consecuencia, y en contra de los consejos de MVRDV, se abandonó una parte primordial: el acceso a las estanterías superiores. En este sentido, y para solventar visualmente la ausencia de libros, se han colocado placas de aluminio perforadas impresas con el fin de representar libros en los estantes situados en la parte superior.

Dentro de este nuevo centro, es destacable también el trabajo de los ingenieros estructurales Sanjiang Steel Structure Design, el estudio de interiorismo TADI o Huayi Jianyuan, en lo que se refiere al diseño de la iluminación.

Un proyecto con sello holandés 

No es la primera vez que el prestigioso estudio de arquitectura MVRDV, con sede en Rotterdam y liderado por Winy Maas, Jacob van Rijs y Nathalie de Vries, desarrolla un proyecto en Tianjin. Ya en 2009 finalizó el TEDA Urban Fabric, de 280.000 metros cuadrados. Comprometido con el suministro de soluciones arquitectónicas y urbanas contemporáneas, MVRDV persigue en cada uno de sus trabajos la innovación espacial en los campos de la arquitectura, el urbanismo y el diseño del paisaje, con un fuerte enfoque en la integración social y ambiental y los impactos de los edificios. Cada diseño se deriva de una investigación analítica en profundidad, al tiempo que desafía el pensamiento existente y busca soluciones de diseño optimizadas y emocionantes. Entre sus obras, cabe destacar en España dos edificios ubicados en Sanchinarro (Madrid): el Edificio Mirador (2001-2005) y el Edificio Celosía (2001-2008).

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