El ascensor como mecanismo de rehabilitación en barrios y edificios ya consolidados. Ésta es la premisa de la innovadora propuesta de Alejandro Campos y Paula Lacomba, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia, ganadores de la cuarta edición de los Premios Schindler España de Arquitectura. El proyecto propone una estructura de plataformas que incorporan viviendas a modo de cajas, dejando así espacio para habilitar zonas comunes y lugares de reunión.
Estas áreas permanecen conectadas a través de un ascensor, que además de desplazar y distribuir a los usuarios, les permite disfrutar del entorno y contemplar las vistas de la ciudad de Valencia. Con su planteamiento, Campos y Lacomba imaginan una nueva manera de entender la vivienda, estrechamente ligada a las relaciones interpersonales.
Otros cuatro proyectos han sido galardonados con un accésit por su calidad y original manera de integrar el transporte vertical como solución a las barreras urbanas: ‘superEixample’ y WindsoL, ambos de la Escuela Politécnica Superior de Alicante; ‘Dynamic Spaces’, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (Barcelona), y ‘The shape of things to came’, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid.
Accésit
Con ‘superEixample’, Daniel Cano, de la Escuela Politécnica Superior de Alicante, plantea la ampliación del distrito del Eixample barcelonés por medio de superbuildings, unas construcciones que aúnan viviendas y zona de uso comunitario con galerías subterráneas que sirven de plataforma logística para suministros, residuos y traslado de mercancías. El objetivo de esta ‘superciudad’ es reducir la emigración hacia la periferia de las grandes urbes.
Por su parte, Óscar Company y Joan Marza, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (Barcelona), presentan en ‘Dynamic Spaces’ un vanguardista centro de información turística y cívica en Puerto Vallarta (Valencia) que facilita la interacción entre residentes y foráneos. El edificio acoge actividades académicas, eventos, y exposiciones y puede ser transitado por el ciudadano a través de plataformas elevadoras hidráulicas. Con sus espacios interiores, iluminados y ventilados naturalmente, la construcción aprovecha la benévola climatología mediterránea.
Rafael Carbonero, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid, destierra el tópico de la verticalidad como espacio cerrado y utiliza a la escalera mecánica como aliada para solucionar el problema de la congestión urbana. Con ‘The shape of things to come’, Carbonero traslada los espacios públicos al terreno vertical y diseña un edificio abierto capaz de satisfacer todas las necesidades de un barrio (ocio, hospedería, comercio, etc.), favoreciendo de esta manera el contacto humano.
Ana Carrascosa, de la Escuela Politécnica Superior de Alicante, propone con WindsoL una peculiar solución de ocio para quienes buscan estar bronceados todo el año. El recinto, ubicado en pleno centro financiero de Madrid, incluye zonas acuáticas, de recreo y de descanso que son visitadas por el usuario mediante un mecanismo de tumbonas móviles.
Más información www.schindler.es